Es extraordinario cómo la sabia utilización de algunos consejos puede suponer la sensación de duplicar el espacio en una habitación.
Escoger los colores con cabeza
Es posible que no tengáis pensado utilizarlos pero, por ejemplo, los colores neutros como el color crema o fríos como el azul tienen la capacidad de aumentar el tamaño de una habitación infantil. La luz que entre en el cuarto rebotará y creará un efecto de reflejo. También podéis plantear pintar solamente una de las paredes si el color os parece demasiado oscuro.
Mejor menos muebles
Puede suceder que en un principio la habitación infantil os parezca suficientemente espaciosa y, una vez que los muebles estén colocados, os parezca mucho más pequeña.
Procurad mantener el mínimo de muebles, a ser posible, con varias funciones. Quizás la cama tenga almacenaje inferior, o un banco central funcione como mesa de actividades o espacio de almacenaje... Colocad los muebles más grandes cerca de las paredes. Los muebles demasiado altos también pueden dar sensación de techos más bajos de lo que son en realidad.
La iluminación al poder
Es una baza fundamental que muchas veces pasamos por alto. No tengáis reparos en mantener varios puntos de luz y combinar luz artificial y luz natural. La luz es el factor que realmente favorece que una habitación parezca mayor. De igual forma, procurad que las cortinas sean lo más livianas posible.
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