Lo ideal es optar por aromas suaves que no recarguen, pero que estén presentes al llegar a casa. Seguro que todas vuestras visitas os identificarán con ese aroma. Podéis elegir toques ácidos y frescos para transmitir alegría y olores dulces para relajarnos y sentirnos en paz.
Lo mejor es que nosotros mismos podemos crear nuestros ambientadores. Por ejemplo con un recipiente con agua, esponjas y limones podemos hacer un ambientador perfecto para toda la casa. Si vienen fumadores este tipo de productos es muy eficaz para acabar con el olor a tabaco.
Por otro lado tener un spray a mano siempre no va a ayudar a refrescar una zona en un abrir y cerrar de ojos. Por supuesto, si vivimos en zonas muy secas este tipo de ambientadores son idóneos. Siempre hablamos de ambientadores respetuosos con el medio ambiente.
Por último si sois amantes de de las flores y de los perfumes intensos, podéis optar por pétalos de rosa para potenciar ese olor en casa.