Así, el primer paso antes de empezar a organizar tu biblioteca personal es el esencial para cualquier proceso de reorganización: la limpieza. Y no hablamos de hacerte con el plumero (que también, hay que aprovechar…), sino en hacer un ejercicio de guardar-donar-tirar (aunque nosotros, personalmente, no somos partidarios de esta última opción, salvo que esté en muy malas condiciones).
Una vez hayas sacado toda tu colección, clasifica los libros en los tres montones. ¿No puedes decidirte? Puedes seguir este método:
¿Ya te lo has leído? NO.
- ¿Lleva años guardado? A donar.
- ¿Tienes intención de leerlo (pero de verdad)? A guardar.
¿Ya te lo has leído? SÍ.
- ¿Quieres volver a leerlo o alguien de tu familia lo hará? SÍ- A guardar.
- ¿Probablemente no lo vuelvas a tocar? SÍ- A donar.
¿Y dónde puedo donarlos? Hay muchas opciones. Lo más fácil es que preguntes en la biblioteca de tu ciudad, en ludotecas, en colegios, asociaciones…
Ya hemos hecho limpieza, ¿y ahora qué? Pues toca organizar todos los libros que hayamos decidido guardar y, para ello, vamos a seguir algunos consejos:
1. La mejor manera para encontrar en todo momento el libro deseado de forma rápida y sencilla es fijar un método para clasificarlos: por tamaño, por colores, por géneros, por orden alfabético (ya sea por autor o por el nombre en sí de la obra…).
2. Como complemento al anterior, podemos utilizar una aplicación o programa para informatizar la clasificación. Actualmente existen apps que te permiten catalogar y rastrear libros, películas… incluso acompañados de un resumen del argumento, información útil sobre ellos… ¡Y todo desde el móvil!
3. ¿A pesar de haber hecho 'limpia', tienes tantos libros que no sabes dónde meterlos? Entonces puedes tirar de recursos estéticos originales y creativos. Por ejemplo, ¿qué te parece usar pilas de libros como mesillas o como mesita auxiliar? Así siempre tendrás algo que leer a mano.
Y aprovechándonos del sistema monocromático, pueden integrarse perfectamente como parte de la decoración…
4. Un buen fanático de la lectura tiene libros metidos por toda la casa, ¡en cualquier recoveco! Así, te animamos a aprovechar espacios como el bajo de los sofás, para almacenar, por ejemplo, los títulos que acabas de leer y que no vas a necesitar en un futuro próximo.
5. Si eres de los que tienen varios libros empezados, te conviene tenerlos lo más a mano posible y para ello somos fans incondicionales de las cajas o revisteros. ¡No es nada complicado! De hecho, una simple caja de madera o un cesto de mimbre quedarán perfectos en un rincón del salón.
6. ¿Siempre has soñado con tener una biblioteca en casa, pero no encuentras el espacio? ¿Has pensado en las posibilidades de tu pasillo? Porque quizás puedas convertirlo en esto:
7. El bajo de las ventanas, ese hueco que, a veces, no sabemos muy bien con qué llenar, puede ser ideal para colocar estanterías bajas donde almacenar libros.
8. ¿Libros en el baño? Por qué no, así no tendremos que entretenernos más con la etiqueta del champú. Eso sí, con una cestita en un rincón será suficiente, tampoco es necesario que convirtamos el aseo en esto, ;-).
Esperamos que estos consejos para organizar en casa te sean de utilidad. ¡Nos vemos en el próximo post de Vivienda saludable!