Una cocina de modelo clásico no tiene porqué ser seria y oscura como normalmente se tiende a pensar. Las tradicionales puertas de roble natural con plafón, se han sustituido por este modelo enmarcado y lacado en blanco, que le da claridad y alegría al ambiente. Aún cuando la distribución no ha variado sustancialmente, ya que la placa, el fregadero, nevera y horno se han mantenido casi en su misma ubicación, los detalles han hecho el resto para lograr esta estupenda y personalizada cocina.
El suelo de madera oscura es determinante para hacer que destaquen los muebles, además de ofrecerle calidez al espacio. Paredes claras con un detalle decorativo debajo de la campana de acero tipo chimenea, vinoteca, frigorífico y lavavajillas integrados, fregadero de piedra en bloque, luces incorporadas en cada mueble, gran moldura de remate al techo, encimera de granito gris y en el centro, la isla de madera oscura con barra para la comida diaria remata un diseño con gran personalidad, elegante y muy actual.
Vía Georgie Awards.