Un cafe restaurante original y creativo

Una de las cosas que más me gustan en los proyectos decorativos es ver cómo se puede utilizar la creatividad para llevar a cabo intervenciones en los espacios que los transforman completamente. Creo que en este sentido la decoración y el interiorismo han cambiado muchísimo en las últimas décadas. Antes era un servicio de lujo que se basaba en materiales excepcionales y en la exhibición más o menos ostentosa de cierto estatus. Ahora, en cambio, se trabaja como un proyecto cuyo objetivo es crear espacios de confort, funcionalidad y belleza para quienes los habitan o utilizan.

Este café-tienda me parece un ejemplo maravilloso de este tipo de interiorismo. Un proyecto que aúna tendencias actuales y combina elementos creativos no necesariamente lujosos.

Destaca enormemente por el uso de la luz. Los grandes ventanales contribuyen a ello, pero también los colores pastel, que como comentábamos el otro día son muy receptivos a la luz.

Las líneas de diseño de todo el espacio son muy sencillas, sin ornamento ni decoración añadida. Me encanta el tablero troquelado (pegboard o tablero de trabajo) que ha utilizado para cubrir toda la zona de trabajo tras el mostrador. Lo mejor son los acabados. Por ejemplo, cómo se ha integrado una vitrina antigua en una zona de la barra de obra.

Y por supuesto, todo el elemento gráfico que se ha utilizado en una de las paredes, que es el punto más decorativo de todo el espacio. Un recurso clásico pero que se pone al alcance de todos y que tiene un enorme impacto en los espacios.

El proyecto es obra del interiorista Oliver Freundlich, las fotos de Dana Gallagher y el local es One Girl Cookies en Nueva York. Lo he visto en Remodelista y si entráis podéis ver toda la relación de materiales y productos que se ha utilizado en el proyecto.
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