Cuando veo una casa como la que te quiero enseñar hoy, me resulta totalmente imposible no pararme a mirar cada foto con detalle para luego enseñarla en el blog.
Y es que el color blanco, la cocina abierta al salón, los detalles de la pared de ladrillo y esos grandes ventanales, son detalles que no me canso de ver y que siempre consiguen robarme el corazón.
Ese ladrillo me hace suspirar! Si como yo, no tienes la suerte de tener una pared de ladrillo de verdad, no te preocupes! Con un papel como este en blanco, o como este con un ladrillo envejecido, todo se arregla!
Las sillas Eames nunca pasan de moda y como ves, encajan con cualquier estilo de decoración. Yo tengo una en el escritorio y otra en la habitación de Teo, estoy encantada con ellas!
Si te también estás enamorada de ellas, puedes conseguirlas genial de precio en este enlace.
¿Te habías fijado en el suelo blanco? Sin duda, consigue un efecto de limpieza y amplitud genial.
En la entrada, aunque esta está totalmente reformada, se sigue respirando el carácter de un piso antiguo. Por la personalidad que transmite este piso me parece que ha vivido muchos momentos de gloria.
Una combinación de colores sencilla, siguiendo con la paleta elegida en el resto de la vivienda y piezas decorativas bastante minimalistas han sido la apuesta para la habitación principal. ¿Qué te parece?
Fuente: keltainentalorannalla
¿Qué te parece esta mezcla de estilos
mezclando piezas antiguas con otras más modernas?
¡A mi me encanta!