Decir adiós a todo lo que no usemos
Una cocina bien ordenada tiene múltiples beneficios, parece más grande, luminosa y permite encontrar todo con mayor facilidad. Antes de continuar leyendo el artículo, debes ejecutar un paso fundamental: ¡deshacerte de todo aquello que NUNCA usas!, desde accesorios de menaje hasta tuppers desparejados.Lo ideal es vaciar todos los armarios e ir analizando qué uso le das a cada utensilio u objeto, especialmente a los pequeños electrodomésticos. Por ejemplo, parece comprensible que una sandwichera o una máquina para hacer gofres tienen una utilidad muy limitada y ocupan muchísimo espacio. En estos supuestos, siempre resultará mejor regalar o donar que guardar para que ocupen un espacio que, seguramente, no sobre.
Lo mismo ocurre con los utensilios de repostería, las ollas o las sartenes, dependiendo de lo que cocines, decide qué objetos son imprescindibles en tu día a día; al resto, ¡les puedes decir adiós! Tan solo aplicando esta sencilla medida tu espacio de almacenaje se multiplicará.
Muebles auxiliares con mucha capacidad
Entrar en una cocina y ver la encimera despejada provoca una sensación de orden y paz de lo más gratificante, así que este debe ser uno de tus objetivos. Para alcanzar este propósito, emplea muebles auxiliares para colocar, por ejemplo, el microondas o la cafetera y para almacenar fruta y verdura. ¡Todo depende de tus necesidades!Más allá de los carritos, que son muy prácticos, puedes adquirir un buffet, que es un mueble de mayor tamaño y con una capacidad asombrosa. Intenta colocarlos categorizando los utensilios y los alimentos para conseguir un orden más racional y fácil de recordar cuando te pongas a preparar tu plato favorito.
Ordenar los tarros, ¡puesta a punto en la despensa!
De nuevo te tocará vaciar los armarios, comprobar fechas de caducidad y tirar todo lo que ya no se uses o pueda estar en mal estado. Te va a sorprender la cantidad de ingredientes que almacenas y que solo usaste para alguna receta hace meses. El siguiente paso es buscar un método más racional y coherente para no repetir el error. Lo mejor es poner los ingredientes básicos (harina, arroz o pasta) en tarros de cristal que veas fácilmente al abrir el armario. Por otro lado, las cestas también te ayudarán a mantener el control de las especias o los alimentos del desayuno.
Es muy útil colocar una pizarra o un corcho con la lista de la compra cerca de la despensa, así evitarás comprar productos repetidos o tener despistes. De esta forma, según acabes los productos, los podrás ir apuntando.