Black is back —o eso dicen las tendencias de este año—. Pero, a estas alturas de la película, me pregunto si esta frase no será un mero déjà vu. Dime, ¿es que alguna vez el negro ha dejado de ser tendencia?
Desde que nuestra Coco Chanel, saltándose todas las normas de los años 20, diseñara un vestido ligero, sencillo … y ¡negro! —lo que hoy conocemos como LBD (little black dress)—, este color no solo ha conquistado nuestros armarios, sino nuestras casas al completo. Así que solo era cuestión de tiempo que se instalase con naturalidad en el jardín.
El color negro es elegante, sobrio, sofisticado, es un color que transmite seguridad en uno mismo. Además, tiene la cualidad de imprimir estas características al objeto que lo luce, sea el que sea —sí, aunque sea una valla de madera ramplona…
Madera, de rústica a sofisticada
Una valla de madera suele ser decorativa per sé, pero requiere un mantenimiento constante para que no pierda su atractivo. Además, con frecuencia no se usan maderas tropicales, bonitas pero costosas, sino tablones de pino o reciclados que presentan un aspecto más pobre. Si este es tu caso, prueba a pintar la valla de negro. El resultado te sorprenderá de inmediato, pero aún más cuando te des cuenta de que el verde es más verde sobre un fondo negro.El efecto envolvente del negro
Pintar un porche de negro puede regalarte una atmósfera más envolvente y mágica, perfecta para largas noches al fresco. Y para que el espacio no resulte demasiado sobrio, nada como añadir algún acento en tonalidades alegres y cálidas como amarillos, naranjas o el color del año, Living Coral. Aquí, el foco cálido se ha puesto en las lámparas de fibra y en el brasero exterior. Espectacular, ¿no te parece?Negro y hormigón, el tándem de moda
Se recomienda usar grandes cantidades de negro en espacios amplios y luminosos, así que ¿hay mejor sitio para abusar de este tono que una fachada? Combina genial con materiales como el hormigón, cuyo tono gris claro arroja luz sobre el espacio (el banco y la mesa que ves abajo están hechos de ese material) La madera natural de las vajillas y accesorios se encarga de añadir calidez a tanto brutalismo.Negro, también para patios pequeños
En patios pequeños, puedes recurrir al blanco como compañero de fatigas. Juntos, su belleza es absoluta, armónica y antagónica. Por algo, Chanel los encumbró como la quintaesencia del buen gusto. Un juego visual que resulta perfecto para los amantes del menos es más.Al ser el blanco un multiplicador de luz, puedes usarlo en la mayor parte de la superficie y reservar el negro para una pared de acento o alguna pieza destacada —aquí se ha usado en las sillas, muy ligeras para no recargar el espacio—.
Gris, una alternativa viable
Y si tu relación con el negro es de quiero-pero-no-me-atrevo, siempre puedes rebajar el tono pasándote al gris —al fin y al cabo hay cantidad de fachadas y suelos de este color—. Poténcialo. Usa diferentes tonos de gris en los complementos: colchonetas, cojines, focos … y aderézalos con madera natural y mucha planta verde. Para este espacio se han elegido las daybed de Chris L.Halstrøm que no pueden ser más zen.Esperamos tu veredicto. ¿Podrías plantearte esta opción o prefieres el universo multicolor de la primavera?