El ambiente interior resulta muy luminoso por la entrada natural de la luz a través de las ventanas, y la calidez se consigue mediante el uso de la madera y los toques de color en los textiles y complementos. El amarillo utilizado en las sillas y las butacas, resulta a su vez, un color luminoso y atractivo, que es ideal para crear este ambiente interior y aporta un punto de desenfado y alegría a un espacio que resultaría muy neutro con la paleta blanca de base. Como veis claramente, combinado con los grises, blancos y la madera, se le ha sacado el máximo potencial a una vivienda llena de personalidad.
En la zona del estar el ladrillo de las paredes se pinta de blanco, pero en el caso del dormitorio se deja en su color natural visto, aportando un punto de estilo industrial perfecto. Las tonalidades mostazas, naranjas y azules le dan otro carácter reforzado por la intensidad y el tipo de luz que recibe la estancia. Para completar la escena cálida se introduce la madera en piezas como la cómoda y el solado. Se han conseguido crear estancias muy frescas con aires clásicos y toques nórdicos. Eclecticismo en estado puro. ¿No creéis?
Sin duda un interior diferente, moderno y fresco que parte de materiales nobles como la madera, el ladrillo, el metal y los hidráulicos, y crea una vivienda nada industrial donde destaca el color y lo vibrante de sus detalles.
¡Feliz fin de semana a todos!
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