Y es que, aunque conocemos bien los grandes resultados que se pueden conseguir con solo pintura y textiles, en pocos casos podrás apreciar tan bien el cambio como en estos dormitorios.
Te pongo en situación. Se trata de una cabaña junto a un lago construida en los 80 cuya decoración se quedó también anclada en aquella época. Oscura y desfasada.
El poder de la pintura
En esta habitación vas a poder comprobar muy bien el cambio. El antes y después con una mano de pintura, nuevos textiles y algún detalle menor. En el “antes” vas a ver un dormitorio del que podemos decir que “se ha intentado”. Al menos un poco. Unas colchas marineras (que no parecen tener mucho sentido en esta cabaña) a juego del estor y un arcón de fibras. Poco más.En el “después”, además de los colores con los que se han actualizado muebles y paredes, tienes que fijarte en la elección de los textiles. Mucho más apropiados para el entorno. Y, no nos engañemos, mucho más bonitos también. Por supuesto, toma nota de la importancia de los detalles para crear un ambiente muy acogedor.
Aunque menos llamativo te dejo también este último cambio, conseguido solo con dos nuevas colchas, un espejo y un poco de pintura en la estructura de las camas. Creo que se le podría haber sacado mucho más partido, sí, pero lo importante es que te fijes en la diferencia con unos cambios tan mínimos.
Imágenes
A veces es cuestión de atreverse a dar el paso sobre algo que ya conoces. Espero que si todavía tenías alguna duda del poder de la pintura y los textiles, estas imágenes te hayan convencido.
¡Feliz día!
#quedatenecasa
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