Los muebles son de estilo clásico renovado en blanco roto y la estantería, compuesta por un marco con tapajuntas y varios estantes era de color sapelly (un tono de madera que no se haya entre mis favoritos precisamente), hace unos años le añadimos un papel pintado de rayas en beige par darle algo de vidilla, pero la verdad es que no encajaba demasiado con el resto de la decoración del salón.
Así que le propuse a mi madre darle un nuevo aire y de paso probar por fin el famoso chalk paint.
Escogí la pintura Chalk Paint de Tiza porque conozco a su creadora Gema y me había hablado muy bien de ella, nos decantamos por el tono Salón de té, un blanco roto precioso y que según la luz que le de lo veremos más gris o más beige, para completar el cambio sustituimos el papel pintado de la trasera por otro en los tonos seleccionados, el papel lo compramos en Leroy Merlin, la ejecución fue de lo más sencilla.
Como sabréis una de las ventajas de la pintura a la tiza es que no necesita imprimación previa, lo que si hicimos fue lijar un poco la madera pues tenía un barniz brillante que preferimos eliminar para que su aplicación fuese más cómoda.
El segundo paso fue la aplicación de la pintura a la tiza con un rodillo pequeño para llegar bien a todos lados.
Anteriormente habíamos eliminado el papel existente, decidimos no pintar la trasera, tan sólo un poco en los extremos y así ahorrar pintura, ya que íbamos a volver a empapelar, una vez pintado el marco y los tapajuntas totalmente colocamos el nuevo papel pintado.
El toque final lo dieron los nuevos complementos, algunos fueron reutilizados y otros los adquirimos en Leroy Merlin y Zara Home y ahora sí, os dejo con el ANTES/DESPUÉS.
imágenes: Decor&Me
Qué os ha parecido el cambio? Yo creo que ha quedado bastante bien, verdad?
FELIZ FINDE!!
:)