Debido a este problema, la madera se hincha, las uniones se deterioran y se abren, por eso encontramos también hongos y azulado en el exterior.
Y también en el interior..
Esta pieza construida a base de bastidores y paneles no es una pieza antigua. Sabemos esto por su forma constructiva. No encontramos colas de milano por ninguna parte, ni espigas o tubillones a modo de unión. Tampoco tiene herrajes a modo de falleba o cualquier otro de época. Pero sí vemos que tiene incluidas maderas de distinta procedencia en la misma pieza, restos de cola blanca, clavos, herrajes modernos y una trasera que ha sido sustituida en varias ocasiones.
Manos a la obra:
Lo primero que suele hacerse es consolidar, retirar los elementos externos que no corresponden y limpiar. Nos pusimos a ello quitando el suelo del arca, se trataba de un contrachapado que además de rajado, no hacía su función de almacenaje. Al hacer las primeras catas de limpieza vimos claramente qué acabado tenía. El (1) es estado original, (2) limpieza con mezcla hecha en el taller (3) hidratación con cera natural como prueba.
Antes de la limpieza y desinfección con los productos adecuados, no pudimos evitar fijarnos en el lenguaje iconográfico del frente y la tapa.
Un demonio con cuernos y dos caballeros, uno joven con los ojos abiertos y otro anciano con los ojos cerrados.. La iconografía medieval y renacentista se suelen encontrar ejemplos de bestiario y animales fantástico con un sin fin de interpretaciones. Los ejemplos que hemos encontrado en talla nos hablan de los ojos cerrados como ceguera, sueño o muerte. Al aparecer el demonio como figura central y un joven caballero mirándole nos parece que se trata del mismo caballero que mira a la muerte por la que sabe que algún día pasará, pero como digo podría tratarse de un significado muy distinto.
Aunque parezca mentira, los contenedores son una fuente infinita de patas, molduras, tiradores, cajones y no sabría decir cuántas cosas más hemos encontrado que nos han solucionado muchos trabajos, como en este caso estas cuatro patas que resultan perfectas para este trabajo y que aparecieron una noche al cerrar el taller. Las limpiamos bien de restos de tinte caoba para incorporarlas a nuestro proyecto.
Tras la limpieza con diversas mezclas hechas en el taller y ayudándonos de cepillo metálico de distinta dureza, bisturí e hisopo para hacer una buena limpieza mecánica tenemos la madera libre de acabados anteriores. Neutralizamos con alcohol para comprobar si quedan restos de limpieza. Vemos que hay diferencia de tonalidades, pero no utilizamos LIJAS DE NINGÚN TIPO, más bien al contrario, damos una aguada con una nogalina y pigmentos hecha a propósito para eliminar estas desigualdades y unificar tono.
Nos ponemos con el zócalo y las patas. necesitamos crear un soporte para levantar el faldón sobre las patas y decidimos hacerlo de esta forma.
Encolamos el faldón cortado en el ángulo que marca la pieza y hacemos las uniones en las esquinas.
Ponemos un tablero nuevo en el suelo del arca y colocamos las patas con tubillones y cola. Un buen truco para no pasarnos en la profundidad del orificio es colocar un taco de madera como tope como veis en la imágen.
Preparamos como acabado final un barniz con mezcla de resinas casero con Dammar, colofonia y otros, para que la cera no de tanta profundidad a la talla y no oscurezca más que lo que nos interesa. En la parte izquierda de la imagen lleva barniz, en la derecha no, para que veáis la diferencia.
Un trabajo que ha pasado por muchas manos en el taller, principalmente las de mi compañera Edyta y yo, pero también han participado Zenobia Rubido, Julia Vicente, Alicia Fernández, Dani Estheras, Vanessa Sanz y seguro que me dejo a alguien, aunque intentamos siempre mencionar a todos. Finalmente hemos dado una mano de cera artesana hecha en el taller con esencia de mimosa en el interior y el exterior del arca.
Ya está listo tras un pulido final con estopa.. que no falte nunca en nuestro taller. Nos preguntáis qué productos utilizamos en limpiezas y acabados, todo lo tenéis en nuestros cursos online, que incluyen cuaderno teórico, evaluaciones, tutorías con nosotras y prácticas en vídeo. Todo en este enlace:
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Los nudos de la madera se aprecian ahora cuando antes estaban ocultos tras la suciedad, qué delicia!
Detalle del zócalo tras el acabado. Se aprecia muy bien como ahora todo el conjunto del arca, pata y zócalo tiene la misma tonalidad sin necesidad de lijar, cuando en orígen eran de tres tonos distintos, solamente dando el tinte adecuado a cada uno.
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