Como la rueda y el fuego, el hombre descubrió que de la fusión de un material tan común como la arena, obtenía un objeto precioso en forma y color..
Mezclando diferentes minerales los antiguos alquimistas llenaron de misterio y valor a lo que en latín se llamó "vitrum" y que lo identifica con la transparencia, con la posibilidad de ver através de él.
Pero las primeras técnicas de fabricación de recipientes huecos datan aproximadamente de 1650 a.c., y fue la manera más difundida de la fabricación hasta que apareció el vidrio soplado.
A pesar de cientos de años, aun podemos ver esta maravilla en los vitrales de las catedrales y palacios, ya que en aquellos tiempos solo la gente más rica podía permitir semejante lujo.
Se necesita una cierta cantidad de arena que se calenta a 860 grados llevandola al estado líquido que permite su manipulación. Los colores llamativos se consiguen añadiendo distintos productos quimicos y tintes. Bueno, solo los maestros saben como se hace. Yo, personalemente, me conformo en contemplar el resultado.
En A Pontenova, en la Féria de Artesanía he tenido el gusto en conocer a uno de estos maestros artesanos, Lula Martín, que me explicó como fabrica sus obras.
El trabajo de un artesano de vidrio es cada vez más dificil, ya que tiene que competir con los fabricantes chinos. Los consumidores todavía no han entendido que comprando, aunque un poco más económico, a la larga se hace daño irreversible a la economía local. Así el artesano tiene inventar y reinventar sus obras, con el continuo miedo de que lo copien.
Para un artista cualquiér objeto puede tener una segunda vida. Donde la mayoría de las personas ven "la basura", ellos descubren verdaderas joyas.
¿No les parecen muy simpáticos y originales estos relojes de cocina hechos de una botella? He pensado que para conseguir esta forma tan plana, habría que aplastarlas. Pero no. Lula me explicó que hay que poner la botella en horisontal y meterla al horno. Así, con el calor el vidrio pierde su forma y se viene para abajo, quedando despachurrado. Y hay que darse mucha prisa para retocar y preparar la botella para el mecanismo del reloj y no quemarse en el intento.
Así que aprovechad estas fiestas para regalar lo que fabrican vuestros vecinos. Ganaremos por partida triple: el regalo sera unico y irrepetible, ayudaremos al prójimo y el dinero se quedará en nuestra ciudad.
Un saludo.
Tatiana.
La foto de arriba es la Catedral de León.
El resto, de Creaciones Artesanas Lula Martín,Gijón.
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