Una cocina económica no tiene por qué ser, a simple vista, estéticamente inferior a otras más caras. Los muebles con frentes laminados de baja presión -o melaminas- tienen una apariencia muy real, son de fácil limpieza y su precio es considerablemente más asequible que los acabados en laca, cristal o chapados de madera. Y si optamos por una encimera o superficie de trabajo posformada, en lugar de una de granito, cuarzo o porcelánica, sin duda reduciremos mucho el precio de nuestro proyecto. En definitiva, se puede lograr tener una cocina equipada y de agradable diseño, sin tener que gastarse una fortuna, aunque la definición de "económica" es bastante subjetiva, ya que cada uno podemos tener un concepto muy particular de lo que es caro o barato.
Pero claro, el material con el que están fabricadas las puertas, no es el único elemento que determina su precio final. Los componentes más importantes de la estructura de los muebles que no se ven a primera vista, son definitivos para establecer su calidad y costo, como es el caso del propio material interior de cada mueble (de 16 mm. de espesor para el tipo más básico), las bisagras, cajones y guías, retenedores y hasta los simples soportes de los estantes. Todos ellos tienen versiones de mayor o menor calidad que se reflejarán en un mayor o menor precio. Por otro lado, los accesorios interiores y herrajes extraíbles opcionales, ofrecen un extra de funcionalidad y comodidad, pero son responsables de elevar sustancialmente el presupuesto. Así que, las nuevas gamas de melaminas de acabados lisos o con textura y a 4 cantos, cajones metálicos tipo con amortiguador y bisagras estandar o con freno, son un buen inicio para afrontar el diseño de nuestra nueva cocina económica.
Estos modelos son de Bauformat, Gicinque, Delta cocinas, Scavolini, Nieburg y Cce.