Si una cosa está clara es que las chimeneas han dejado de ser elementos exclusivos de las zonas rurales y ahora conviven con normalidad con cualquier estilo arquitectónico, tanto si es rústico, contemporáneo, clásico o retro. Antes por decantarnos por un modelo, es importante conocer los tipos de chimeneas.
1. Chimeneas de leña
Es la más tradicional funcionan con carbón o leña y garantizan la distribución del calor por toda la vivienda se tiene que tener en cuenta que deberá tener una salida de humos perfectamente habilitada.
La leña tiene que estar perfectamente seca y en el momento de prenderla es imprescindible que no haya una gran cantidad de madera.
2. Chimeneas con fuego cerrado
Las chimeneas con fuego cerrado mejoran el rendimiento térmico. Este tipo de estructuras acostumbran a tener una puerta de vidrio que evita la salida de calor e incorporan un regulador de llama, que permite controlar la fuerza del fuego. Hay que tener en cuenta que mientras el fuego está encendido no se puede tocar el cristal por su elevada temperatura y se desaconseja si hay niños en casa.
3. Chimeneas de gas
No ensucian tanto como las de leña o carbón y su mantenimiento es más fácil. Funcionan con gas butano o propano y proporcionan una eficiencia de calefacción cercana al 80%. Lo único que hay que tener en cuenta es que se debe contar con una salida de humos al exterior, pero no es necesario empotrar la chimenea a la pared.
4. Chimeneas eléctricas
Sin lugar a dudas los modelos eléctricos son los más sencillos de instalar, ya que no requieren salida de humos ni un mantenimiento muy costoso. Tan solo es necesario tener una toma de red cerca. Una gran ventaja es que en las chimeneas eléctricas se puede regular la intensidad de calor, cuenta con simuladores de llamas y los modelos más refinados cuentan con mando a distancia.
También te puede interesar::
No hay posts relacionados.