Así, como queremos que todos vosotros podáis experimentar esta efímera pero maravillosa sensación, hoy vamos a dedicar este post a explicar junto con Maxcolchon las claves que debemos tener en cuenta para vestir la cama en invierno con el mejor relleno nórdico. Y no solo por ese motivo sino porque, además, su correcta elección influirá de forma directa en nuestro descanso.
¿Cómo elegir la ropa de cama en invierno?
Seguramente si compartís dormitorio con vuestra pareja, os hayáis encontrado en algún momento con pequeños conflictos sobre cuándo sacar la ropa de cama de invierno, cuántas capas poner, qué tipo de edredón o nórdico emplear… Y es que todo depende de nuestra temperatura corporal, que se va a ver influida por cuestiones como el ejercicio físico, el peso, la alimentación ingerida, el tipo de prendas que usemos…En cualquier caso, en términos generales podemos determinar que, para garantizar nuestro descanso, debemos tratar de cubrir ciertas cuestiones:
- El peso: cuando utilizamos muchas capas, ejercemos un peso sobre nuestro cuerpo que puede afectar a nuestro libre movimiento, lo que se traduce en microdespertares que interrumpen el descanso. Por esta razón es recomendable utilizar menos capas pero que sean térmicas, para mantener el calor sin necesidad de materiales extra. Dicho esto, Maxcolchon recomienda el uso de los rellenos nórdicos, que se han convertido en uno de los recursos más empleados, ya que proporcionan abrigo pero, a la vez, resultan muy ligeros.
- La transpirabilidad: es importante que el material empleado sea transpirable para evitar generar sudoraciones que alteren nuestra temperatura corporal, sobre todo en el caso de los niños o de personas muy calurosas. Lo que buscamos es conseguir que nuestro cuerpo pueda mantener a lo largo de la noche una temperatura adecuada para el descanso.
- Los tejidos: lo más recomendable es utilizar tejidos con capacidad térmica. Los tejidos sintéticos no evacuan bien el calor, por lo que pueden provocar sudoraciones; sin embargo, los tejidos naturales permiten una mejor transpiración. Por ese motivo, en el caso de utilizar nórdicos, las fundas deben ser de un algodón 100%, que proporciona textura y transpirabilidad. Además, para personas especialmente frioleras, podemos optar por opciones como la franela. Pero ¿qué pasa con el relleno?
¿Qué relleno nórdico elegir?
A la hora de elegir nuestro nórdico, vamos a tener en cuenta varios aspectos:
- El gramaje: es el peso del nórdico y, además, influye en su capacidad térmica. Por este motivo, si vivimos en zonas con temperaturas más frías y extremas, tendremos que escoger un relleno de un gramaje elevado (400 gr-500 gr), mientras que en zonas más cálidas usaremos un nórdico de gramaje intermedio o bajo (desde 120 a 350 gramos).
- El tipo de relleno: en este caso podríamos optar por fibras naturales o sintéticas, aunque, como comentábamos anteriormente, las naturales son mucho más transpirables, a pesar de que actualmente existen opciones sintéticas que consiguen acercarse a las cualidades de las naturales. En cuanto a la capacidad aislante, va a depender del tipo de pluma que empleen, siendo la de pato o la de oca los que mejor aislamiento proporcionan y los considerados de mejor calidad.
Además, podemos encontrar también otras variaciones del nórdico de fibras naturales más económicas, como son las que combinan pluma con plumón, o pluma con fibras sintéticas. Pero, en el caso de padecer alergias, la opción más recomendada es, sin duda, la de 100% natural.
- El tipo de costura: puede parecer una cuestión sin importancia, pero influye en cómo se distribuye la pluma o relleno a lo largo de la superficie. Por eso, se recomienda que esté cosido en cuadrados, para conseguir una buena distribución.
- Las medidas: por lo general, se recomienda que sobresalgan unos 30 cm por cada lado, por lo que para una cama de 90 cm se escogerá un nórdico de 150 cm, y en camas de 135 cm, nórdicos de 220 cm.
Recomendaciones para el mantenimiento del nórdico
- A la hora de lavar un relleno nórdico usaremos agua fría y programas delicados.
- No lavaremos ninguna otra prenda junto a él.
- Usaremos detergentes suaves, para tejidos delicados.
- Podremos secarlo al aire libre o en secadora.
- Nos aseguraremos de que esté completamente seco antes de guardarlo, ya que la humedad podría deteriorarlo y facilitar la aparición de ácaros.
- La mejor opción para almacenarlo durante los meses calurosos será el vacío o en una bolsa de algodón.
- También se recomienda revisar costuras antes de lavarlo, por si pudiera haber algún agujero que hiciera que se salieran las plumas.
¡No paséis frío este invierno! Visitad la página web de Maxcolchon y haceos con la ropa de cama para el invierno que os haga disfrutar de un buen descanso.