¿Qué presión es la recomendada en una caldera de gas?
La presión recomendada de funcionamiento de la mayoría de calderas de condensación es de 1,5 bares. Se opta por poner 1,5 bares ya que la temperatura ideal de trabajo es 1 bar en frío y de 2 bares en caliente aproximadamente.
¿Qué ocurre si la presión en la caldera es baja?
Si la presión de la caldera es inferior a 0,5 bares la caldera puede no funcionar correctamente. Esto es debido a que las calderas están equipadas con un presostato de seguridad por baja presión. Para que vuelva a funcionar normalmente, tan solo debemos aumentar la presión hasta la presión recomendada por el fabricante.
¿Qué ocurre si la presión en la caldera es muy alta?
Si nuestra caldera supera la presión de 3 bares se abre de manera automática una válvula de seguridad con el fin de autorregular la presión y evitar que suba a niveles peligrosos.
Las válvulas de seguridad cuentan con un accionador manual. Normalmente, se trata de un pulsador de color rojo o negro. No es para nada recomendable abrir la válvula de seguridad si no es imprescindible, ya que una vez accionada dará problemas de goteo y tendrá que cambiarse por una nueva.
Para bajar la presión de la caldera, lo más usual y más seguro, es purgar el agua en los radiadores mediante la llave que usualmente tienen en el lateral. Es importante hacerlo con los radiadores fríos para evitar accidentes.
¿Qué ocurre si no funciona el vaso de expansión?
Normalmente, los vasos de expansión con un buen mantenimiento no suelen causar problemas, pero si el vaso de expansión no funciona bien, la presión se incrementará rápidamente durante el calentamiento, y una vez la caldera deje de funcionar, la presión bajará hasta prácticamente no tener presión.
Cómo reducir la presión de una caldera doméstica paso a paso
Para conseguir que la caldera vuelva a tener la presión correcta de funcionamiento, podemos seguir los siguientes pasos:
Como primer paso debemos asegurarnos de que no está entrando agua al circuito. Para ello, tan solo debemos comprobar que la válvula del agua de entrada de llenado de la caldera está cerrada.
Es recomendable apagar la caldera y dejar que se enfríe unas tres horas para que el agua del circuito se enfríe.
Una vez se ha enfriado el agua del circuito, es el momento de proceder a bajar la presión de los radiadores mediante el purgado de los radiadores.
El purgado de los radiadores se realiza mediante un destornillador o una llave.
Se puede repetir el purgado tantas veces como sea necesario, hasta que consigamos la presión adecuada en el cuadro de mandos de la caldera.
Si hemos reducido la presión más de lo que deseamos, podemos aumentarla sin problema mediante la llave de agua de llenado situada en la caldera.