Sin embargo, hay una serie de trabajos previos que nos pueden ayudar a definir ese cambio, y sin duda uno de ellos es el cambio de color.
Definir nuestra paleta de colores nos va a ayudar a componer el espacio en armonía. Cuando trazamos el esquema, vemos qué es lo que encaja y qué es lo que no.
(Foto 1: Design Sponge; Foto 2: Eat me baby; Foto 3: Veter Magazine; Foto 4: Trendenser. )
Una de las primeras fases de todo proyecto decorativo es el de definir el esquema de color. En realidad, me consta que es una fase inicial en casi cualquier proyecto de diseño. En este caso, yo he elegido una paleta de color con un esquema base de neutros para el salón de mi casa. A este esquema he añadido un contraste en gris y algunos toques de un tono marrón claro, un color canela, terracota, de madera natural, un color muy asociado a muchas texturas y materiales naturales.
En un esquema decorativo de estas características, yo he elegido como tono base el blanco. El blanco es un color tan rico como cualquier otro, con multitud de matices. A mí personalmente me gustan los blancos rotos, los marfiles y los manchados, porque en mi opinión aportan calidez, pero todo depende de las sensaciones que queramos transmitir e incluso del contraste al que queramos jugar.
En esta selección y para combinar con los tonos naturales necesito añadir un tono más frío. No quiero que todo vaya al beis en un esquema monocromático porque resultaría demasiado aburrido y apagado. Con unas notas de gris, podemos resaltar el blanco y destacar sus cualidades reflectantes con la luz. Si mezclamos el blanco azulado con el gris, todo el conjunto tenderá a un acabado más frío. En nuestro caso, como el esquema tiende a los tonos cálidos, que culminan en los terracotas, prefiero utilizar una gama de blanco con más composición “amarilla” (es un matiz, claro, el blanco sigue siendo cremoso y natural).
Para establecer la base cromática entonces, dibujaríamos nuestro esquema con las proporciones que ya os indicaba en la guía de estilo: 60-30-10. En nuestro caso: 60 para el blanco, 30 para el gris y 10 para los terracotas.
Con este ejercicio previo, podéis marcar una línea de trabajo para cualquier estancia que queráis vestir. Es decir, no vais a comprar todo el mobiliario nuevo, pero sí que podéis determinar cuál va a ser la línea que queréis y seguirla en los detalles y complementos.
Si quieres ayuda para definir un esquema de color, en Ebomshop puedes contratar un servicio de paleta de color. Con este servicio, definiremos juntos cuál es el esquema de color del que partirás para decorar tu estancia.
The post Cómo combinar colores: blanco, gris y terracota appeared first on Ebom.