Ahora que se avecinan fiestas y celebraciones, con las Navidades a la vuelta de la esquina, aumentan las cenas y reuniones domésticas. Y a la mayoría nos apetece sorprender a nuestros invitados con una puesta en escena realmente sensacional. Cómo decorar la mesa se convierte en un ejercicio de buen gusto y de imaginación donde cada detalle decorativo suma. ¿Te apuntas a saber qué ideas te ayudarán a triunfar?
Cómo decorar la mesa con una bienvenida inolvidable
La primera máxima al plantearnos cómo decorar la mesa también puede implicar pensar en el recibimiento de nuestros invitados. Preparar una bienvenida hecha a su medida es una idea que gustará muchísimo. Y nada difícil de poner en práctica. Cualquier rincón del salón o de la estancia donde tendrá lugar la celebración puede ser el lugar propicio donde sugerir un cóctel, un refresco o su cerveza preferida en sabor y temperatura.
Y más si se presentan con todo lujo de detalles. Un cubo de zinc repleto de hielos y botellas de refrescos mezclados puede ser todo lo que se necesite. Una bandeja preparada con zumos de cítricos, listos para servir en vasos grandes sin pulir de colores. O una coctelera con unas copas a juego, tan chic y glamurosa.
Todos a la mesa: los detalles más personales
Pero hay más ideas para convertir esa celebración en un momento especial. Como colocar pequeñas fotografías de los invitados junto a su servicio. O poner un portaretratos a modo de centro de mesa con un foto de grupo donde estéis todos. La presentación de las servilletas también se presta a decoraciones personalizadas o montajes más humorísticos, según el tipo de celebración. Se trata de huir de los servilleteros tradicionales y pensar en los gustos de nuestros invitados. A mi particularmente me encantan los cordeles y las cintas de telas anchas para anudarlas. Y si además las acompañas de una rama o de una flor pequeña, el efecto es sutil y elegante. Menudos detallazos para tu mesa.
Mezclar y reciclar vajillas: la opción más divertida
Cómo decorar la mesa de una manera singular, única, también supone arriesgar. Quizá transgredir ciertas normas decorativas. Lo fácil es estrenar esa cristalería o esa cubertería tan fantástica que te acaban de regalar. Pero ¿por qué no combinar esas piezas de vajillas que se han ido quedando incompletas? Una combinación acertada y de lo más ecléctica en materiales, estilos y colores puede ser el recurso que estamos buscando para conseguir una mesa original, con tu sello. El fondo neutro a tanto contraste visual puede ponerlo la mantelería a elegir. Los modelos de estilo rústico en tonos arena o gris piedra son perfectos compañeros.
Lo mismo sucede con los aromas sugerentes y la belleza incomparable de unas flores para el centro de la mesa. Siempre frescas, por supuesto. Apostar por los elementos vegetales es un valor seguro que despertará la admiración de los invitados. Pero en la dosis justa para lograr una presencia sutil, una tanto casual. La idea es que no acaparen demasiado espacio, ni que su intenso aroma pueda llegar a resultar incómodo. La apariencia de unas flores recién cortadas en una botella de cristal de esas que a muchos nos encanta coleccionar puede ser más que suficiente para esa puesta en escena singular. Y el toque final, un mantel vaporoso para vestir la mesa.
Una celebración en plan picnic
¿Qué te han parecido mis ideas? Ahora ya no tienes excusa para lograr que tu próxima celebración sea inolvidable.
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.