Cuando ves por primera vez tu habitación universitaria es normal que parezca fío y desolado. Pero ya que este será tu lugar durante como mínimo un año es importante que le des tu toque principal, y es que si te ocupas de las pequeñas cosas, las grandes sucederán por sí mismas.
Empecemos con los colores. Normalmente cuanto nos instalamos en un piso de estudiantes las paredes suelen estar pintadas ya. Elige los colores que quieres que predominen en tu habitación y en caso de que las paredes no estén a tu gusto siempre puedes pintarlas, y si no, aprovechar el color para el resto de elementos. Si buscas inspiración mira algunos catálogos y en internet, pero siempre intentando ser lo más realista posible, tanto en presupuesto como en espacio disponible.
La cama es un elemento fundamental, y es que la época universitaria suele tener un ritmo bastante raro, horas en la biblioteca y noches de fiesta, por lo que no hay nada mejor que llegar y tener un lugar en el que pasarte horas sin hacer absolutamente nada. Haz de tu cama un lugar acogedor y que te haga sentir como en casa, ya sea gracias a la ropa de cama o con cojines o peluches que encajen perfectamente en la decoración. Eso, si, ten cuidado de hacerla demasiado acogedora, ¡luego no querrás salir de ella!
La iluminación también es otro factor importante, intenta buscar una habitación con una buena luz natural y a la hora de comprar lámparas vigila que estas no te hagan daño a la vista o las horas de estudio serán una completa tortura. Últimamente he visto que se llevan mucho las luces de navidad, me parece algo bonito y original.
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