¿Te has parado alguna vez a pensar cuál es la principal función de las ventanas en tu casa? Por un lado, sirven para recoger la luz y por otro para ventilar y renovar el aire de los interiores. El aluminio se caracteriza por ser un material muy ligero y resistente a la vez. Por eso, resulta ideal para cubrir grandes superficies (es decir, grandes ventanas de vidrios muy pesados) con un marco muy fino. Esta ya es una importante diferencia respecto al PVC y la madera, sus dos competidores directos. En este sentido, incluso se puede optar por diseños de ventanas de aluminio sin divisiones internas y con una perfilería mínima que permita atrapar la luz y captar las mejores vistas desde tu casa.
Ventajas de las ventanas de aluminio
Una de las ventajas de las ventanas de aluminio menos conocidas es que permite esconder los marcos exteriormente, tanto si se trata de ventanas practicables (abatibles) como correderas. Este tipo de ventanas son perfectas para fachadas limpias, mínimamente interrumpidas tanto en casas de obra nueva como en la reforma de casas rústicas. Se están usando en rehabilitación de pisos en entornos urbanos históricos las ventanas de aluminio Barcelona, en Madrid, etc. Los marcos de la ventanas se pueden embutir tanto por arriba como por abajo y en los laterales.
Al embutir los marcos exteriormente se puede conseguir de paso un buen sistema antirrobo, ya que el cierre va situado de tal manera que impide el apalancamiento desde el exterior, como en las ventanas correderas tradicionales.
Y una más entre las ventajas de las ventanas de aluminio: el color del material se puede personalizar tanto como se desee. Incluso imita a otros materiales a la perfección: acero, galvanizado, forja negra, acabado foliado en madera…
De esta forma, es posible elegir unas ventanas de aluminio muy estéticas, a la par que aislantes. Vemos ahora cuáles son las principales opciones en ventanas de aluminio para mejorar el aislamiento…
Cómo son las ventanas de aluminio que mejor aíslan
Aquí están todas las características que permiten un óptimo aislamiento en ventanas de aluminio:
1. Doble vidrio separado por cámara de aire. Incluso entre los dos vidrios puede llevar un gas noble, como el Argón, para un óptimo aislamiento. En climas extremos, se puede optar por el triple vidrio. El espaciador entre vidrios se puede poner de PVC para optimizar aún más el carácter aislante.
2. Rotura de puente térmico. El aluminio es un metal conductor, y deja escapar el calor de la calefacción, cuando menos, o producir condensación, que en el peor de los casos produce moho y manchas en la pared. La rotura de puente térmico es el sistema que llevan los perfiles para evitar este problema.
3. Ventanas con persiana integrada en una sola pieza. La caja debe ser estanca e incorporar aislamiento térmico.
4. Ventanas motorizadas. La cinta de subir y bajar es uno de los lugares por los que más entran el frío, el calor y el ruido.
5. Tratamientos del vidrio. En función de la orientación de la fachada, las ventanas pueden llevar un factor solar diferente. Y preferentemente ser de baja emisividad. También se recomiendan los vídrios con lámina acústica para zonas muy ruidosas, o bien vidrios de diferentes espesores (en el doble vidrio) para que la frecuencia de vibración sea distinta.
6. Correcta instalación. Las ventanas deben ir enrasadas al aislamiento térmico de la fachada, y perfectamente selladas en su perímetro.
Y, por supuesto, aunque hablemos de las ventajas de las ventanas de aluminio, no hay que olvidar la calidad del propio producto, primando esto por encima de otros factores como el precio, etc.
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