Así, uno de los puntos más vulnerables de la estructura de la vivienda en cuanto aislamiento se refiere son las ventanas, que, de no ser las adecuadas, se pueden convertir en la mejor vía de acceso para el ruido. De esto modo, atendiendo al aislamiento acústico, estos son los cuatro aspectos que debemos valorar a la hora de escoger las nuevas ventanas de la casa:
1 El perfil. Debemos elegir perfiles que cuenten con escasa permeabilidad al aire, y que ofrezcan la posibilidad de instalar vidrios de espesores gruesos.
2 El vidrio. El espesor del mismo va a ser uno de los factores que más influya en el aislamiento. Así, lo mejor es intentar que al menos uno de los vidrios tenga un espesor de mínimo 6 mm. La cámara de aire en los vidrios proporcionan aislamiento térmico, pero no acústico. Sin embargo, los vidrios que están compuestos de varias capas, unidos por una lámina butiral, aíslan mucho más frente al ruido.
3 La forma de apertura. Los modelos practicables y las ventanas oscilo-batientes mejoran el aislamiento frente a los sistemas de corredera tradicional, pues su cierre es mucho más hermético.
4 La persiana. Lo correcto es elegir lamas y guías de persianas que se adapten al perfil de la ventana escogida, para evitar los huecos por donde puede entrar el ruido.
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