En el post de hoy de Vivienda Saludable vamos a ver cómo limpiar persianas de manera sencilla, porque es una tarea que debemos realizar con cierta frecuencia -al menos una vez al mes- si no queremos que la suciedad se acumule en las mismas, llegando incluso a afectar al mecanismo. ¡Manos a la obra!
Cómo limpiar persianas de PVC
Estos tipos de persianas tienen un gran número de ventajas, entre ellas su facilidad de limpieza. Y es que se trata de un derivado del plástico, por lo que limpiarlas resulta sencillo y el resultado es agradecido.
El primer paso es quitar el polvo y la suciedad más superficial. Puedes ayudarte de un plumero, aunque lo más efectivo es hacer uso de la aspiradora que, además, con sus distintos accesorios, te facilitará llegar a los sitios más altos o más escondidos. Una vez hayas quitado todo resto de polvo, telas de araña, etc., es el momento de limpiar con agua y jabón.
Para ellos vamos a necesitar una bayeta de microfibras (si la suciedad no está muy incrustada) o un cepillo de cerdas suaves (si está algo más pegada). Agua y un detergente suave, como el que usamos para limpiar la vajilla, será más que suficiente para dejar la persiana como nueva. Frotamos la persiana completamente cerrada, primero, y luego abriéndola poco a poco con el agua y jabón, aclaramos, secamos con un trapo seco y tarea terminada.
Si la persiana es enrollable, lo que debemos hacer es desmontar la tapa del tambor, subir la persiana e ir limpiando todas las lamas a medida que la vamos bajando. De esta forma queda limpia tanto por dentro como por fuera. ¡Facilísimo!
Cómo limpiar persianas de madera
La madera es delicada, así que el enunciado más correcto sería: cómo limpiar persianas de madera... sin estropearlas. Muy sencillo. Básicamente se trata de seguir el mismo protocolo que en el caso anterior. Necesitaremos también un plumero, una bayeta de microfibra y agua tibia, simplemente esto. Cualquier producto químico podrá dañar nuestro preciado material, así que sencillamente con agua podremos dejarlas totalmente limpias sin correr riesgos.
Comenzaremos pasando el plumero o bayeta para eliminar el polvo. Una vez lo hayamos quitado frotaremos suavemente cada lama, una a una y de derecha a izquierda, con la bayeta humedecida en el agua tibia. Una vez finalizado el proceso, secaremos con un trapo de las mismas características para no rayar la superficie. No hace falta nada más, con esto ya quedará perfecta.
Esta tarea tendremos que hacerla, como mínimo, una vez al mes. Y anualmente, para que la madera permanezca en perfecto estado, tendremos que aplicarle una capa de barniz para tenerla bien protegida y conservando todo su esplendor.
Cómo limpiar persianas de aluminio
El aluminio, si lo limpias con frecuencia, te ofrecerá siempre un aspecto espléndido. Como siempre, el primer paso que debemos dar es quitar el polvo que pueda tener acumulado.
Después, aplicaremos, con la ayuda de una esponja, una solución que lo dejará reluciente: bicarbonato de sodio mezclado con zumo de limón. ¡Quedarán como nuevas!
Y tú, ¿tienes algún truco para limpiar tus persianas y dejarlas perfectas?
Te esperamos en nuestro próximo post de Vivienda Saludable con nuevos consejos.