Ambientes acogedores, nada recargados pero con personalidad propia. Eso es lo que todos queremos conseguir en nuestra casa. Pues bien, existen recursos para lograrlo que nos ofrecen un montón de opciones geniales. Como, por ejemplo, mezclar estampados y gamas de color. Hoy te damos algunas claves para hacerlo con éxito.
A no ser que seas un absoluto fanático del estilo nórdico y te apasione el interiorismo total white, estoy segura de que te gustan los ambientes dinámicos, con color y contrastes. Con diseños que llamen la atención y patrones decorativos interesantes. Sin embargo, saber mezclar estampados sin que el resultado resulte un fracaso es todo un arte. Un arte que se puede practicar y aprender, eso sí. Aquí tienes las pautas para conseguirlo.
Y es que el secreto no está únicamente en cuántos estampados mezclar, sino en dónde mezclarlos y, lo que es más importante, cómo mezclarlos y con qué combinarlos. En definitiva, añadir color y originalidad a un espacio va mucho más allá de elegir el tono con el que pintar las paredes.
Se pueden mezclar estampados y elegir colores sorprendentes en todo tipo de soportes, elementos y superficies. Además de las paredes, están los suelos, los textiles, los papeles pintados, las alfombras, los elementos decorativos…
Consejos para mezclar estampados con acierto
• La primera cosa que creo que has de tener en cuenta es tratar de mantener la mente abierta a todas las opciones. A otras posibilidades en las que quizás no habías pensado en un principio. Ten en cuenta que lo inesperado puede ser a veces lo que mejor funcione. Por eso es importante inspirarse en lo que nos gusta y experimentar. No te conformes si la mezcla que has pensado no es la adecuada, pero nunca tengas miedo de probar.
• También es necesario asumir un cierto riesgo y mezclar estampados sin miedo. En función del tamaño de la estancia, podrás mezclar de 3 a 5 estampados distintos (con diferentes tamaños).
• En ese sentido, tendrás que combinar patrones de distinta escala de tamaño. Un estampado de gran formato XXL, y también medianos y pequeños.
• Uno de los secretos para mezclar estampados y triunfar es repetir. Repetir un color o un diseño es importante para conseguir un buen resultado.
• Ten en cuenta otros factores que influyen en el efecto global: la intensidad del color, la textura de los materiales, la sensación que causa un patrón decorativo determinado, etc.
Puesta en práctica: en el salón de tu casa
Hasta aquí la teoría, que es fácil de entender. Otra cosa diferente es ponerla en práctica en tu propia casa, lo que ya conlleva algo más de dificultad. Sin embargo, vamos a explicarte cómo puedes hacerlo.
El salón es la estancia que protagoniza la casa. O, al menos, es uno de los espacios relevantes, donde más tiempo pasas. Por eso es importante crear interés visual, una atmósfera elegante pero relajada, que además de decorativa sea funcional.
Puedes empezar por definir cuáles son los elementos imprescindibles (el sofá, una butaca, la mesa de centro, lámparas…) y los complementarios (textiles, alfombras, accesorios, decoración de pared…). Todos ellos, o la mayoría, pueden servirte para combinar colores y mezclar estampados.
Un consejo que te ayudará a acertar es dejar los esenciales en liso, sin estampado (como el sofá, por ejemplo) y añadir esquemas y prints en sillas, butacas, cojines, etc. En el caso de los cojines, lo mejor es mezclar algunos lisos con otros estampados.
El dormitorio, a tu gusto
Y nunca mejor dicho, puesto que no hay espacio de la casa más personal, más reservado. Es tu feudo, el lugar en el que tú (y solo tú) decides, por lo que puedes dar rienda suelta a tus preferencias y mezclar estampados a tu libre albedrío. Sin embargo, mi consejo es que apuestes por un efecto sereno y relajado, más que por estampados atrevidos de gran formato.
De hecho, el número perfecto de estampados distintos que, a mi entender, han de estar presentes en un dormitorio oscilan entre uno y dos. Creo que poner más sería un tanto excesivo.
En cuanto a la cuestión de dónde ponerlos, la pared del cabecero siempre me ha parecido el lugar perfecto para acoger un diseño estampado. ¿Qué tal un llamativo papel pintado de motivos geométricos? ¿Y un diseño floral?
La ropa de cama o la alfombra son otros elementos que pueden acoger de maravilla los diseños estampados. Si no te convence la idea de elegir un estampado para la pared del cabecero, siempre puedes introducir este tipo de diseños en elementos puntiuales, como los cojines decorativos de la cama.
También en la cocina
Los elementos propios de la cocina suelen hacer gala de diseños con más o menos color pero lisos, sin estampados. Es el caso de los muebles y de las encimeras. Sin embargo, y a pesar de esto, siempre hay formas de decorar con estampados, también en la cocina.
Las paredes y los suelos son las superficies que podemos decorar con estampados. Hay un sinfín de revestimientos cerámicos decorados con motivos que podemos emplear para decorar las paredes. O también es posible instalar azulejos lisos de forma que creen patrones de diseño. Un ejemplo son los azulejos rectangulares colocados en espiga. Un estampado original que decora por sí mismo.
Como ves, mezclar estampados y triunfar no solo es posible, sino que también es más sencillo de lo que crees y muy divertido. ¿Te animas?
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.