Las características principales que tienen este tipo de vivienda son las siguientes:
- El aprovechamiento de la radiación solar para generar calor con grandes ventanales orientados al sur, así como las corrientes de aire.
- La iluminación natural es fundamental en ellas, se aprovecha al máximo.
- Fachadas estancas para evitar la salida y entrada de aire descontrolada.
- Muros y ventanas con gran capacidad aislante. Así, no dejan pasar ni el aire, ni el agua ni la contaminación, creando un ambiente muy saludable.
- En este tipo de viviendas hay un gran control de la temperatura, por lo que no se pasa ni calor ni frío. Así, necesita un consumo de calefacción nueve veces menor que en una vivienda normal (15 kWh/ metro cuadrado frente a los 110-140 kWh de una vivienda tradicional).
- Instalaciones de recuperación de calor. No es necesario colocar ningún tipo de ventilación adicional, ya que poseen sistemas de ventilación mecánica instalados, los cuales se encargan de evitar la entrada de ruidos, olores, y mejor aún, limpian el aire.
En definitiva, ¿cuáles son las razones por las que compensa invertir en esas viviendas?
1 Desde el punto de vista económico, aunque sean en torno a un 15% más caras, el gasto queda más que amortizado con el paso de los años por el ahorro energético.
2 Desde el punto de vista de la convivencia, son mucho más cómodas y saludables, pues se evitan las condensaciones, la humedad, los hongos, el ruido...
Aquí podéis encontrar más datos sobre las viviendas pasivas...
KÖMMERLING Vivienda Saludable
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