Lo primero que tenemos que preguntarnos es qué forma tiene nuestro plato de ducha. Para un plato de ducha angular, la mampara debe ser angular, si el plato es cuadrado, la mampara tendrá la misma forma. Si el plato es rectangular podemos optar por una mampara rectangular, un frontal con un panel fijo lateral o un panel de ducha con espacio abierto.
Un ejemplo de un panel de ducha con un espacio abierto es el modelo Eresma de Bañolux. Este modelo tiene una perfilería muy fina que da como resultado una mampara mucho más bonita y estética.
Mampara modelo Eresma de Bañolux
También hay que tener en cuenta la ubicación del plato. Si está entre tres muros, hay que elegir una mampara frontal, que puede ser corredera, abatible, pivotante o plegable.
Un ejemplo de mampara frontal es el modelo Sella de Bañolux, que cuenta con tres hojas corredera fabricadas a medida.
Modelo Sella de Bañolux
En caso de estar entre dos muros, hay que elegir entra una mampara rectangular o una mampara frontal con un fijo lateral.
Después tenemos que considerar el resto de elementos cercanos a la mampara. Si el espacio es reducido debemos elegir entre cuatro tipos: mamparas de apertura angular, mamparas con apertura corredera, apertura plegable en la que la puerta se abre hacia el interior y por último, un panel de ducha que permite el acceso por el espacio libre.
La mampara Esla de Bañolux también dispone de un modelo angular con dos paneles fijos y dos puertas correderas.
Modelo Esla de Bañolux
Si no tenemos problemas de espacio, podemos elegir entre aperturas pivotantes o abatibles en las que las puertas se abren hacia afuera.
Por último, tenemos que tener en cuenta el grosor de la mampara. Los vidrios pueden ser de 4, 5, 6 y 8 milímetros y un centímetro de grosor. Cuando mayor grosor, mayor resistencia.
Modelo Bidasoa de Bañolux
Lo más habitual suele ser encontrar mamparas de 6 milímetros de grosor. Por ejemplo, prácticamente todos los modelos de Bañolux cuentan con este grosor, como su modelo Bidasoa o Esla.