1. Piensa en el proyecto y se precavida
Lo más importante a la hora de llevar a cabo una reforma es que tengas claro lo que deseas y cuáles son tus necesidades. No podrás transmitir lo que quieres si no tienes el dibujo nítio del proyecto en tu cabeza. Te recomendamos que te hagas de una carpeta donde vayas poco a poco recopilando todo aquellos recortes o fotografías que puedan ayudarte. ¡Archiva tolo que que te guste!
Obviamente, durante la obra tendrás que tomar deciciones sobre la marcha, pero si ya sabes de antemano cuál va a ser el color de las paredes o cómo van a ser los sanitarios, por ejemplo, restarás estrés y podrás incluso ahorrar un buen pellizco. Ser precavido tiene sus ventajas.
2. Contrata a profesionales
Por lo general el low cost sale caro. Acude a verdaderos profesionales para acomenter la reforma. Hoy en día es fácil a través de Internet obtener referencias de las empresas. Da igual si son las reformas en Granada, en Madrid o en la Conchinchina, con solo teclear un poco podrás conocer las experiecias de otros clientes.
En este sentido, también te recomendamos que huyas del hazlo tú mismo. Sopesa cuales son tus habilidades y deja las tareas complicadas a los profesionales. A veces creemos que por hacer las cosas nosotros mismos nos ahorramos dinero y al final sucede lo contrario.
3. Pide al menos tres presupuestos
Comprarar presupuestos es la clave para que la reformar te salga lo más económica posible. Lo ideal es tener al menos tres presupuestos detallados antes de decantarte por una empresa u otra. Estos presupuestos han de ser muy claros, deben incluir los materiales, la mano de obra, los permisos, etc. Si no reflejan los por menores no podrás comparar precios.
Algo importante que debe de quedar especificado en el presupuesto es la forma de pago. Te recomendamos que siempre dejes una partida sin abonar hasta que no se haya finalizado el trabajo.
4. Habla con los vecinos
Conseguirás reducir el estrés si hablas con los vecinos antes de comenzar una obra, si ya están avisados no tendrás que estar continuamente preocupada de las quejas. Intenta que las horas de trabajo sean compatibles con el descanso del resto de inquilinos, no sería lógico que en unas reformas en Sevilla, por ejemplo, se dieran golpes a las cuatro de la tarde en verano.
Si te es complicado contactar directamente con tus vecinos, coloca un cartel en el portal avisando de que comenzarás obras y pidiendo disculpas por las posibles molestias. Te lo agradecerán.
5. Ojo con las licencias
Otra cuestión que tienes que tener en cuenta son las liciencias de obras. Consulta con el ayuntamiento de tu localidad qué permisos son necesarios para lo que deseas hacer. Si no cumples con los requisistos exigidos te arriesgas a una sanción que encarecerá la obra o que incluso podría pararla.
Si sigues estos simples consejos conseguirás que la reforma de tu casa sea menos traumática. No dejes que una obra te haga abandonar tu sueño de tener un hogar de revista. ¡Ánimo!
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