Os enseñé que me hice un rinconcito con una mesa para jardinería en casa, y ahora que en nada llega la primavera ya esta cumpliendo su función.
Semilleros preparados y plantados.
Aunque lo de huerto urbano suena a algo grande, realmente no hace falta tener mucho espacio para hacerte uno: basta un espacio en un balcón, una terraza o incluso en la ventana y colocar unas jardineras o maceteros. ¡Unas matitas de tomate pueden adaptarse al tamaño del que dispones! Y no, no tiene comparación el sabor de un tomate ‘casero’.
Pero para crearte tu propio huerto, la parte que me encanta es la de la preparación previa, el antes del antes de ese huerto. Porque crearte ese espacio para hacer crecer tus hortalizas caseras se puede hacer comprando plantones en primavera en cualquier vivero, pero a mi me gusta más el proceso completo y plantar desde las semillas.
Al principio comencé comprando algunas semillas en una tienda online. Así me hice con una buena provisión de varios tipos de tomates, pimientos, cebollas o lechugas. Hay muchas tiendas, tanto físicas donde online donde puedes comprarlas a buen precio.
Cajita pintada a mano donde guardo las semillas
Está muy bien para empezar, pero con el tiempo me he dado cuenta de lo fácil que es tener tu propio acopio de semillitas. Además, es una manera muy sostenible de seguir con ese huerto: de los mejores ejemplares que te comas en el huerto este año o incluso de los que compres, guarda las semillas y déjalas secar. ¡Así tendrás para el año que viene! Yo me he hecho con bastantes, no solo propias, sino que he intercambiado semillas con amigos que también tienen sus propios cultivos.
Ve reuniendo semillas de las hortalizas que comas y te gusten
También es importante hacerte con semilleros, bien de plástico, bien de materiales que sirven luego como compost cuando haces el trasplante. Yo tengo unos de plástico que reutilizo cada año. Y claro, con sustrato para rellenarlos!
En cada hueco de los semilleros meto un par de semillitas por hueco, por si alguna de ellas no llega a germinar, aunque si germinan ambas hay que trasplantarlas a otro hueco. En la foto podéis ver cómo la rúcula ha sido rápida y ya asoman los primeros brotes.
Una vez plantados, hay que colocarlos en algún rincón con mucha luz, que puede ser dentro de casa (cualquier estantería luminosa vale) o en el exterior, pero ten cuidado de ponerles una cubierta de plástico por si hay heladas . Luego, solo hay que regarlos regularmente. Aunque es importante que la tierra esté húmeda para que las semillas germinen, tampoco consiste en ahogarles… Sobre todo no dejes el fondo encharcado y riega mejor con un difusor o con goteo que con una regadera.
Bueno, ¡yo ya los tengo todos preparados! Cuando hayan crecido lo suficiente estarán listos para trasplantarlos en su soporte definitivo, ya sea un macetero o maceta para colgarlos en tu ventana, una jardinera para tu terraza o directamente el suelo de tu huerto. ¡Ya verás cómo te sabe de bien cuando te comas las primeras hortalizas de tu cosecha!
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