A la hora de hablar de la iluminación de un baño, hay que tener en cuenta tanto la funcionalidad como la seguridad.
Para ayudar a nuestro ahorro en esta estancia, se recomienda instalar dos interruptores para poder controlar la iluminación y el gasto según las necesidades en cada momento. Al mismo tiempo, utilizar iluminación LED en lugar de tubos flourescentes y bombillas halógenas, hará que nuestro consumo sea muchísimo menor, el calor que desprenden también es muy inferior, y son muy resistentes a los continuos encendidos y apagados.
Podríamos dividir la iluminación del baño en tres zonas:
1) Zona general (techo): necesita una luz general, lo más parecido a la luz natural. Los downlights LED proporcionan una luz suave y son muy rápidos en el encendido. En esta zona se aconseja una iluminación de 100 lx (lúmenes por metro cuadrado).
2) Zona lavabo/tocador: aquí la luz debe ser funcional, ya que sería la zona de arreglo personal, maquillaje, afeitado…he aquí la importancia de utilizar una iluminación que no altere los colores de la piel, una luz fría superior a 5000ºk, y 200 lx (lúmenes por metro cuadrado). Debe ser una luz puntual, para evitar destellos y sombras.
3) Zona bañera/ducha: en esta zona, se deben cumplir unas exigencias de seguridad.
*No se pueden colocar luces sobre la ducha/bañera a una altura inferior a 2,25 metros *Las luces tienen que estar a una distancia mínima de 60cms de la ducha/bañera
*Deben cumplir con un grado de protección de estanqueidad mínimo de IP44 (índice de protección de polvo y humedad).
Con estos consejos, esperamos que optimicéis la iluminación en una zona de la casa tan frecuentada como es el baño.