En este caso la reforma de la cocina era de una vivienda situada en la costa barcelonesa de Calella y mi intención era mantener la frescura veraniega con el amarillo y huir de los tópicos marineros dotándola de sofisticación.
Lo primero que necesito es unas medidas, aunque sean en una servilleta de papel, pero lo más fiel posible a la realidad. Si el asesoramiento no es on-line y por lo tato en el área de Barcelona, tomo las medidas yo misma.
Tener más o menos la idea clara, si no de lo que quieres, sí de lo que necesitas. Ej. imprescindible una lavadora porque no hay otro lugar donde ubicarla.
Se hace un primer boceto de la distribución para cuadrar las medidas a la modulística de los muebles de cocina en este caso.
Se procede a hacer un plano de distribución donde tendremos especial atención en acotar los sitios de paso para poder desplazarnos con naturalidad por la estancia y nada nos entorpezca ni el paso ni la visión y quede todo, por pequeño que sea, espacioso y armónico.
Finalmente un render o imagen fotorrealística nos dará una visión muy aproximada a la realidad.
En este caso, preocupados siempre los clientes por la luminosidad de la estancia, suelo hacer una imagen con luces apagadas o amaneciendo donde pueden ver la luminosidad de la estancia sin luminosidad externa.
Una pared enladrillada de cal blanca con un espejo sol y una alfombra negra ayudarán a distinguir la zona de comedor del resto de la cocina, encima, una mesa de cristal dará ligereza al sitio de paso, las sillas de color ocre son el hilo conductor de modernidad aprovechando el parquet de dicho color que mantenían los clientes.
Una pared negra con unos cuadros y una pequeña estantería para poner esos libros de cocina o esas plantas de especias que nunca sabían dónde poner hará que una pared inservible sea un foco decorativo más. Podréis comprobar en la pared de al lado de la puerta puse varias propuestas de estanterias, una redonda y muy original en madera y negro y otra, en este render, de suelo a techo pero muy ligera, de 15 cm de ancho y en blanco absoluto para que se funda con la pared blanca.
Los clientes no querían la típica cocina llena muebles altos pero aprovechamos un par de huecos para poner un mueble abierto en un lado y uno abatible al lado de la campana para compensar la blancura de la pared en tono negro.
La cocina blanca y la encimera negra són los colores elegidos para esta composición donde, como muestra la decoración de la mesa, un toque de rojo o cualquier otro color fuerte para romper será la guinda del pastel.
Espero que os haya gustado la propuesta de esta cocina veraniega, al cliente le entusiasmó y a vosotros???
admito críticas!! ;)