¿Quieres que el salto de piso pequeño a loft sea, de verdad, funcional? Elimina todas las divisiones que puedas en tu casa. Es el primer requisito. Aunque el espacio es mucho mayor en un loft (estos pueden tener cualquier superficie, por lo general, muy amplia, mientras que los apartamentos o estudios están alrededor de los 40 a 50 m2), puedes lograr que tu pequeño piso parezca bastante más grande de lo que es.
Ojo, primero averigua qué paredes se pueden echar abajo, ya que hay elementos constructivos (muros y tabiques de carga) que no se deben tocar.
¿Cómo pasar de piso pequeño a loft? Adiós a las paredes
La ventaja del open concept no radica solo en una mayor amplitud espacial, sino también en una ganancia en la iluminación natural, ya que al no haber obstáculo alguno, la luz fluye libremente.
Por último, un punto importantísimo a tener en cuenta: el ahorro energético. Es mucho más fácil calentar o enfríar estancias compartidas que hacerlo habitación por habitación.
Juntos pero no revueltos. Separar sin cerrar
Si quieres que tu casa pase de piso pequeño a loft, pero que no por ello resulte un caos organizativo, echa mano de medios tabiques que no lleguen al techo, paneles plegables de madera o puertas correderas de cristal, librerías de doble cara, cambios de nivel en el pavimento, etc. Estos elementos te ayudarán a crear zonas más íntimas y gozar de cierta intimidad cuando estés reunido en ellos con toda la familia.
Y si tienes la suerte de que tu piso tenga los techos altos, dispón el dormitorio en un altillo abierto: es una fórmula fantástica para aprovechar el espacio de la vivienda en vertical. Puedes encargar una estructura de madera o metal a un profesional que te asesore de los pros y los contras. El resultado suele ser magnífico.
Revestimientos y carpinterías “industriales”
¿Cómo conseguir que esa transformación de piso pequeño a loft sea posible? Con un look que se parezca todo lo posible. Así que a la hora de renovar tu apartamento, instala ventanas de carpinterías oscuras (mejor negras y de marco ancho), deja alguna de las paredes con el ladrillo a la vista o revístelas con lamas de madera envejecidas, elige pavimentos de microcemento, y las instalaciones (tubos de radiadores, por ejemplo) expuestas, quedan de lujo.
Algunos trucos para conseguir un look de loft
Emplea colores “industriales” para decorar tu casa. Blanco, negro, marrón óxido, gris plomo… en paredes, suelos, muebles, textiles. Puedes crear unos contrastes fantásticos con toquecitos de rojo, o con chispazos de cobre o bronce a través de los complementos, pero con un fondo de neutros como el descrito te acercarás mucho a la estética de los lofts auténticos.
Empapela alguna de las paredes con un papel pintado que imite ladrillo o un revestimiento de tablas desgastadas. Los hay súper bonitos y que dan el pego de maravilla. Con ellos puedes cubrir una zona también para diferenciarla de otra, por ejemplo.
Equipa con muebles de madera natural, hierro, cuero… Incorpora elementos de estilo vintage: escritorios, librerías o cajoneras. Así como piezas recicladas -butacas con su piel gastada, palets reinventadas como mesas, etc.-.
Si siempre has deseado tener un loft y has tenido que conformarte con un apartamento, no hay problema alguno. Con recursos espaciales imaginativos y trucos decorativos a tu alcance puedes pasar de piso pequeño a loft en un abrir y cerrar de ojos.