Nos encontramos ante una época en la que la tecnología abarca cada punto de nuestras vidas, tanto es así, que ya con el aumento de la Inteligencia Artificial en todos los ámbitos conocidos, en ocasiones nos resulta de lo más complicado distinguir entre lo real y lo generado por IA, y ya no sólo ante imágenes o fotomontajes, textos sino que sorprendentemente, por ejemplo, hace apenas unos días me sorprendía el hecho de que pudieran tomar mi voz y simular que yo misma estuviera cantando una canción, con mis desafinaciones incluidas hasta el punto de llegar incluso a dudar si era yo quien estaba realmente cantando oal menos intentándolo.
Ante esta situación, quizás nuestro yo más interno sienta un creciente anhelo por reconectar con lo más auténtico y natural, tal y como podemos ir apreciando en el cada vez más presente estilo vintage, a través del cual tratamos de volver a nuestro pasado y a nuestros recuerdos más entrañables, con azulejos que nos recuerdan a aquellos niños pequeños jugando por los suelos en casa de los abuelos sin más preocupación que la de simplemente divertirse.
Actualmente podemos encontrar muchísimas colecciones vintage e incluso modernistas, que nos trasladan a las elegantes entradas de edificios de la Barcelona y el París más señoriales, con dibujos y tonalidades combinando en armonía y sencillez y, por supuesto, siempre acompañados de un sutil toque de lujo y glamour.
Y ya en 2024, parece que hemos avanzado un pasito más en nuestra búsqueda de lo natural, puesto que ¿qué hay más auténtico que una baldosa de barro?
Lo cierto es que este estilo ya tuvo su época dorada hace alrededor de unos 20-30 años, con colecciones que simulaban todas las tonalidades posibles del barro abarcando desde el color más blanco hasta el rojizo más ennegrecido, comenzando a jugar por aquél entonces, en la irregularidades de sus bordes con la intención de recrear baldosas que simularan estar confeccionadas de un modo totalmente artesanal. Y uno de los primeros azulejo que me viene a la mente es Gaudí, de la firma Inalco, que además jugaba con decoraciones muy desgastadas dejando entrever el barro original y que, bien podríamos decir, que se trataría de un precedente de la actual colección Heritage del grupo Peronda
La pasada semana se celebró Cevisama y la gran mayoría de empresas del sector cerámico se vistieron de gala para presentar sus novedades, muchas de ellas celebrándolo en sus propias instalaciones, donde pudimos apreciar un gran auge del “estilo barro” en cada una de las exposiciones que pudimos visitar.
En este sentido, ya veíamos algunas colecciones colarse tímidamente entre los catálogos pero, no ha sido hasta este 2024 en que aparecen ya con todo su protagonismo, siendo una de las más impactantes, la coleccion Piedi de Ape, con su celosía en colores a juego.
Por su parte, también la firma Vives apuesta por este estilo con varias colecciones en porcelánico y pasta blanca que abarcan desde el barro más tradicional con colecciones como Mojácar hasta tablillas y octogonales con distintos colores y decorados en Nerja y Laverton
Geotiles, quien podríamos señalar que nos tiene más acostumbrados a los grandes formatos, ha presentado la colección Terracota con la peculiaridad de tratarse de uno de los tamaños más pequeños utilizados para pavimento desde antiguo, el 15×15 cm, dotando así a dicha colección de un carácter mucho más rústico y característico de épocas antiguas.
así que como podéis ver, un nuevo estilo que viene de vuelta, y que parece volver con mucha fuerza a nuestros hogares y proyectos, y que . en mi opinión, unido al ya clásico estilo vintage, puede ofrecernos opciones de diseño más que espectaculares.
¿Qué opináis, creéis que “el barro” ha vuelto para quedarse una larga temporada?