Las buhardillas no suelen ser muy amplias, de manera que cada metro cuenta. Por tanto,cuanto más diáfano sea el espacio, mejor.
Cuando se habla de buhardillas se piensa, casi siempre, en pisos pequeños sin altura suficiente para estar de pie. Pero no todas son así. Es cierto que no es la mejor elección para vivir una familia con hijos o para personas mayores, pero es perfecto para jóvenes soñadores que buscan su ‘espacio vital’. Al situarse en los últimos pisos de la edificación, cuenta con ventanas inclinadas que dan directamente al cielo. Es una vista perfecta de tejados de otras edificaciones cercanas, de estrellas cuando cae la noche, … Si disponemos de una ventana la suficientemente grande, la entrada de luz ampliará el espacio completamente, ganando en luminosidad.
¿Cómo ganar metros en la buhardilla?:
1- aprovechar los ángulos muertos mediante armarios de almacenaje, de suelo a techo.
2- utilizar piezas de mobiliario bajas y anchas en las zonas de menos altura de la misma.
3- no utilizar lámparas colgantes, y sí luminarias indirectas de mesa o de pie.
En la buhardilla es bastante habitual situar las zonas de estudio y descanso, más privadas, y que por su situación, permiten la concentración y el descanso. En cualquier caso, sacarle partido a las buhardillas es muy sencillo si se prueban algunas ideas referentes a la iluminación o a los colores que se empleen para pintar las paredes. Por ejemplo, se puede conseguir amplitud visual si se pintan las paredes en tonos suaves o pastel, o colocar de forma estratégica un espejo que potencie la sensación de amplitud.
El diseño de las buhardillas y su particular arquitectura, aunque reduce el espacio en altura, le proporciona un atractivo y encanto bohemio y urbano al conjunto. Si tienes la suerte de contar con un altillo o zona abuhardillada en casa, sácale partido y prepara tu espacio personal. ¿Te animas?
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