En #casabys vivimos de alquiler, y aunque alquilamos la casa sin amueblar, hay cosas que no son de nuestro gusto. En el caso de los azulejos de la cocina, hay una cenefa central que no nos gusta; por eso, pensando en posibles soluciones que pudiéramos hacer sin invertir mucho dinero, sin pintar y sin por supuesto hacer obra de ningún tipo, se me ocurrió la solución del papel vinílico.
La cenefa que queríamos tapar
Para quien no lo conozca, el papel vinílico es similar al tradicional papel pintado, pero mucho más fácil de aplicar, ya que directamente se adhiere a la superficie sin que tengamos que aplicar ningún producto. Además, al menos el que yo compré, es resistente a bajas y altas temperaturas de -35 ℃ a +120 ℃, resistente a la humedad y el agua, y muy fácil de limpiar.
Otra diferencia con respecto al papel pintado tradicional es que éste se despega súper bien, sin dejar rastro en la pared. Por eso, el día que nos vayamos del piso se puede retirar perfectamente.
Una vez decidida la solución, me puse a investigar por Internet y la verdad es que me quedé súper sorprendida por la gran cantidad de diseños y acabados que hay, os dejo algunos ejemplos:
Aunque hay estampados de baldosa hidráulica súper chulos, me apetecía algo más discreto. Por eso, cuando encontré éste con acabado de baldosa tipo metro con juntas negras supe que tenía que comprarlo. Aunque en las fotos no se aprecie demasiado, tiene un efecto 3D súper realista y da totalmente la sensación de ser azulejos de verdad. Es impresionante.
Cómo poner los azulejos vinílicos en la pared
Como os decía, la forma de ponerlo es tan sencilla que ni siquiera pensé en hacer un post sobre esto (de hecho, no tengo fotos del “antes” precisamente por eso); pero como recibí muchos mensajes preguntándome, aquí lo tenéis:
Primero, tienes que eliminar completamente el polvo, humedad o aceite de la superficie.
Retira un poco la hoja posterior y colócala en la superficie. En este punto te recomiendo especial delicadeza, ya que el papel es tan sumamente adhesivo que se adhiere en seguida a la pared, dejando poco margen al error. No te preocupes, si por algún motivo te equivocas, el papel se despega con relativa facilidad y puedes corregirlo.
Retira despacio el resto del protector y acaba de pegarlo a la baldosa.
Antes de fijarlo del todo a la pared con tus manos, asegúrate de que está alineado para que te resulte más cómodo despegarlo en caso de que te hayas torcido (a mí me pasó, jaja).
Frota del centro hacia afuera para extraer cualquier burbuja de aire que pudiera haber quedado. No te preocupes porque en mi caso no quedó ninguna burbuja, o sea que no es el típico papel que crea aire. Otros requisitos de instalación que comenta el fabricante son los siguientes:
La superficie debe estar limpia y lisa.
Las superficies rugosas, como la madera, cerámica con relieve o papeles pintados con relieves no son adecuados para su instalación. Para esta clase de superficies se recomienda la aplicación de un adhesivo en spray con anterioridad.
Las baldosas no pueden entrar en contacto directo con llamas, vapor o sumergirse en agua. No instales las baldosas a menos de 20 cms de distancia de la parte superior de una estufa.
Si deseas retirar la baldosa más fácilmente, puedes aplicar calor con un secador de pelo a fin de calentar el adhesivo y así poder retirar suavemente y con cuidado la baldosa vinílica empezando por una esquina. En mi caso, como la cocina es bastante amplia, compré un primer paquete de 5 unidades y cuando lo recibí el viernes y vi lo espectacular que era el resultado, compré otro paquete :) Sinceramente, para empapelar toda la cocina no lo recomiendo porque supondría un desembolso de dinero bastante grande. En mi caso lo he utilizado en la pared de los fuegos y el fregadero.
¿Qué os parece el resultado? ¿Os animáis con el papel vinílico? ¡Contadnos en comentarios!
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