Puede parecer un título absurdo o trivial, pero no lo es. Lo que quiero decir con esto es que el problema del desorden (aunque no me gusta llamarlo problema), sino circunstancia no es tener más o menos bien ordenado un cajón. Hay situaciones vitales que nos acercan al descontrol y el orden puede convertirse en nuestra tabla de salvación.
El orden es una herramienta que bien utilizada puede sacarnos de momentos muy complicados y difíciles. De circunstancias vitales que pueden hundirte hasta el fondo, de un fondo del que parece difícil salir.
Cuando empecé a dedicarme, profesionalmente, al mundo de la organización descubrí que podía ser más yo que nunca y que podía ayudar a otras personas como siempre había deseado. Siempre he intentado entender el por qué las personas se comportan de una manera y no de otra, el por qué de ciertos comportamientos y no de otros.
En definitiva, procuro mirar más allá de lo que ven mis ojos o escuchan mis oídos.
Uno de los valores que más valoro de mi carácter es la empatía, siento una necesidad vital de ponerme en los zapatos de los demás y de poder ayudarles, de poder entenderles.
Gracias por dejarme entrar en vuestro hogar
A la web me llegan consultas que me conmueven de tal manera que hacen que valore aún más la vida que me ha tocado vivir. Personas que en un ejercicio de confianza absoluta hacía mí se abren y me cuentan lo que el descontrol les hace sufrir. A esas personas solo puedo agradecerles esa oportunidad de echarles una mano y de poder ofrecerles mi humilde ayuda.
Como organizadora de hogares, entiendo que dejar que una persona extraña entre en la intimidad de tu hogar y mire y remire cada rincón no es fácil. Pero, yo no valoro, ni critico, ni evaluo, solo hago un diagnóstico tendiendo mi mano al/ la que me lo pide.
Desde mi perspectiva profesional y humana trato de encontrar la mejor solución, escuchando, y adaptándome a cada circunstancia o momento.
Ser yo
Cada vez estoy más convencida de haber elegido la profesión adecuada. ¡Va tanto con mi carácter sensible y reservado!. Aunque, trato de hacer las cosas guardando un equilibrio entre lo racional y lo emocional, debo reconocer que la mayoría de las veces me puede lo emocional.
Por eso cada vez estoy más convencida de hacer las cosas tal y como me dicta mi corazón, sin dobleces, ni medias tintas. De esa manera me vuelco en cada proyecto por pequeño o sencillo que sea.
¿De qué vas a hablar hoy?
A estas alturas del texto de esta publicación puede que os preguntéis de qué os voy a hablar hoy.
De lo que hoy quería hablar es de que el orden no solo es elegir la caja más bonita para organizar nuestros pañuelos o de cuál es la percha ideal para mi vestido de tirantes. Es mucho, mucho más que eso.
No todas/os vivimos circuntancias complicadas que tambalean los cimientos de la vida que habíamos construido, afortunadamente. Pero, hay personas que las viven, se hunden e intentan salir a flote poniendo orden en su vida. Y qué esas personas confíen en ti es muy satisfactorio y conmovedor.
Cuando el descontrol inunda tu vida
En la publicación un hogar ordenado como terapia al ritmo diario hablaba de que cuando nuestra casa está ordenada nos inspira sensación de control. De cómo el orden exterior influye en el exterior y viceversa.
En este post hablaba del desorden puntual y del habitual, desgranando el uno y el otro. Cuando el desorden habitual entra en nuestras vidas inunda cada momento de ella y la afecta hasta el extremo.
Viene de la mano de circunstancias adversas que nos hacen entrar en un bucle del que parece no poderse salir. En el que no te sientes bien, entonces tu casa te hace sentir mal porque no te sientes con ánimo de tenerla organizada y todo se vuelve difícil porque el desorden te gana terreno.
Tú
Solo puedo ofreceros mi mano e intentar entenderos, procurar guiaros ( desde mi humilde experiencia) en ese camino a través del orden.
No, nunca me he hundido hasta el fondo luego no he sentido lo que tú sientes. Pero si he pasado situaciones difíciles que he procurado gestionar lo mejor que he podido. Con esa experiencia me acerco a ti para cogerte de la mano y darte las herramientas (que tengo) para poner orden en tu hogar y por extensión en tu vida.
Porque si ,si. Yo lo veo así tal cual te lo digo, tu hogar y tu vida es un todo. Nuestro hogar debe darnos esa tranquilidad que mitigue el desasosiego que, en ocasiones, nos genera la vida. En la entrada una casa ordenada la hace más bonita comentaba que una casa organizada es el bálsamo perfecto para traer calma a nuestras vidas.
Pero, en situaciones críticas todo salta por los aires y el descontrol se apodera de todo. Entonces, hay que pensar en una/o misma/o para salir adelante. Cada caso es distinto al otro, pero si no pensamos en cuidarnos a nosotros mismos como primer paso es más complicado dar los siguientes pasos.
Para mí, este es el primer paso que hay que dar.
Pensar en ti y fortalecerte. Cuando estás fuerte y te quieres puedes seguir dando pequeños pasos para restablecer el orden en tu vida y en tu hogar.
En estas situaciones complicadas donde el descontrol se ha apoderado de tu vida por ciertas circunstancias el cambio hay que empezarlo desde dentro, desde el interior.
Tú eres lo primero, después llegará todo lo demás.
Con esta publicación quería agradecer a todas esas personas que confían en mí para poner orden en su hogar. Por permitirme entrar en ellos (sea on line o in situ), por abrirme la puerta, por contarme lo que les inquieta, lo que necesitan y dejarme ofrecerles una solución.
¡Gracias!
Y gracias a todos los que leéis cada uno de los post que publico.
Cristina. Decoradora y organizadora de espacios.
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