Soy una fan absoluta del estilo chic francés, un cuidado estético que, creo, tienen muy interiorizado y aplican en muchísimos ámbitos. Uno de ellos la decoración, claro, con esos maravillosos pisos parisinos, llenos de buen gusto y detalles originales y sofisticados. Dominan como nadie la mezcla entre el diseño más contemporáneo, las piezas vintage y los materiales naturales; todo combinado con un gusto exquisito.
Este verano viajamos a París, como ya os conté, (y qué ganas tengo de volver) y como acostumbramos, nos alojamos en una casa. Nuestro piso estaba al norte del barrio de Montmartre, en la zona de Porte de Clignancourt y justo al lado del Marché aux Puces.
París, no hace falta que os lo diga, es una ciudad cara. Os podéis imaginar el precio de los pisos, así que muchas familias tienen que optar por los suburbios o barrios de extrarradio. Esta zona es un barrio común, pero desde el que se accede fácilmente a cualquier lugar de la ciudad y perfectamente comunicado en metro.
El piso era un duplex que desde el primer momento hizo la delicia de las niñas, sobre todo cuando subieron a la buhardilla y se encontraron con una enorme cantidad de juguetes.
En la planta de acceso teníamos un gran rellano, desde el que subía la escalera. A un lado del rellano, la cocina, pequeña y llena de elementos recuperados, y lo que más me sorprendía, llena de elementos de menaje que harían las delicias de cualquier blogger culinario. Todo el paño lateral estaba decorado con antiguos carteles y placas metálicas. Enfrente, la zona de cocción con una cocina vintage espectacular, el fregadero de porcelana y la nevera. Y en todas partes, multitud de elementos, todos ellos con aire retro: cajas metálicas, cestas de madera, cucharones, cepillos, tablas, bandejas…
En los dormitorios de los niños, una misma combinación entre elementos recuperados y detalles delicados. Guirnaldas, estrellas, juguetes antiguos, letras de madera, pequeños cuadros… Y la mezcla continuaba en el salón comedor y el dormitorio principal.
Todas las estancias que daban a la fachada exterior tenían chimenea, y en toda la casa, techos altos con molduras y cornisas. Sin duda, una casa que refleja el toque francés y el dominio que tienen de la mezcla y el eclecticismo. ¿No os parece?
(Las fotos están tomadas con el móvil, como podéis imaginar, así que muchas de ellas las habéis podido ver en mi Instagram.)
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