Muchas veces con el paso del tiempo van apareciendo en nuestra casa algunos problemas que no habíamos apreciado, como la falta de luz, una mala distribución del espacio, habitaciones demasiado pequeñas o con muchos muebles... Todo ello hace que nos sintamos menos a gusto en nuestra casa y el objetivo debe ser siempre valorar tu casa como el mejor espacio del mundo, al final es donde más horas pasamos.
Lo ideal para valorar tu casa es pensar en ella como un traje a medida, donde nos tenemos que sentir a gusto y donde cada detalle debe estar en armonía con el resto de la decoración.