Sé que siempre digo lo mismo,
que quisiera y debiera hacer un "curso-master class-a tope" para aprender a coser a máquina..........
Pero nunca me animo!!
Así que por pesada, pesadíiiiisima, me tocó hacer mi cortina para la cocina a mano,
totalmente handmade.
Tenía la tela, si, una especie de lino poco tupido, porque sólo quiero matizar la luz en este espacio.
Tiempo y tiempo guardada, esperó la tela a que me animase con ella, y una de esas tardes tontas la tomé entre mis manos a ver si me hablaba.
Si en principio no tenía ni idea de qué hacer con ella, ahora sí lo veía claro.
Corté el tamaño adecuado y me armé de paciencia para hacer los dobladillos punto atrás, tranquilita, sin prisa pero sin pausa.
Y así, poco a poco fui bordeando todo el contorno.
Con unas plantillas de la colección de Momentos Vintage que fui entremezclando, me procuré un dibujo adecuado al tamaño de la cortina, algo sencillo que le dio un toque especial, justo lo que quería.
Como tampoco quería hacer agujeros con el taladro para colgar la cortina (me he hecho muuy práctica), compré velcro adhesivo, algo muy cómodo para quitar, lavar y volver a colgar.
Después de una limpieza exhaustiva de la ventana y haber dado un planchado a fondo a la tela para fijar los estarcidos, ya estaba lista para ir a su sitio.
El toque visual se lo dieron estas cintas a los lados para recogerla y que pareciese un estor, y una guirnalda de luces que la "verbenean" y
ofrece un ambiente intimista en la noche.
Es por eso que hice las fotos de noche,
de día la luz que viene del patio transparenta mucho la cortina, justo lo que quería para que no oscureciese la cocina, pero no se ve este efecto del que os hablo.
Bueno, el caso es que quedé satisfecha del resultado y orgullosa de haber podido hacer mi cortina finalmente.
Para la próxima aprenderé sí o sí !!!
Un besoteeee,
Luna