Primero, porque no ocupa más que el espacio disponible y podemos así respetar las zonas de paso. No tenemos que ceñirnos a armarios de 60 cm. de profundidad o estanterías de 30 cm. Podemos jugar con los centímetros: una estantería de 24 cm. nos permitirá un almacenaje óptimo, pero puede permitir que nuestro espacio parezca más ancho.
Últimamente me he fijado en muchas estancias que disponen de muebles modulares para almacenar. No se trata ya de unos cubos de distintos tamaños, dispuestos con más o menos armonía, si no de paredes completas cubiertas de armarios modulares, en los que se juega con la forma, el color y las dimensiones.
Soy una absoluta fan de las librerías; son prácticas, hermosas y un inmenso punto de atención en cualquier estancia. Pero el almacenaje con puertas tiene otras ventajas. La primera y más evidente, la limpieza. La segunda, que puede guardar objetos desordenados o estéticamente no decorativos. La tercera, puede dotar de continuidad a los espacios, creando sensaciones de amplitud.
En estos ejemplos vemos el resultado que el almacenaje modular diseñado a medida puede ofrecernos. Espacios amplios, limpios y ordenados, con acabados que pueden variar en cuanto a colores y formas. Una solución excelente para los problemas de espacio de cualquier estancia.
Puedes acceder a la fuente original de todas las fotos en el tablero “Ideas y Soluciones” de Ebom en Pinterest.
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