Jean Prouvé (1901, París – 1984, Nancy, Francia) fue industrial, constructor, herrero, diseñador e ingeniero francés.
Jean Prouvé es uno de los diseñadores de muebles más influyentes del Movimiento moderno temprano, que introdujo la ingeniería industrial en la estética moderna.
Siempre se consideró más un ingeniero y un constructor que un diseñador, y nunca diseñó pensando solo en la forma y sí concentrándose en la esencia de los materiales y la producción.
Su famoso padre, Víctor Prouvé, colaboró como diseñador en decoraciones de cristalerías y muebles con los grandes artistas del Art Nouveau francés (Emile Galle y Louis Majorelle).
En 1919 Jean Prouvé aprendió a trabajar el hierro en los talleres de Émile Robert, en Enghien, antes de asistir a la Escuela de Ingeniería en Nancy.
Este conocimiento íntimo del metal va a ser ya para siempre la esencia de su carrera y de su trabajo. Jean Prouvé se esforzó por conseguir los diseños más eficientes, priorizando la construcción y el material empleado.
La obra de Prouvé abarca desde un abrecartas hasta herrajes para puertas y ventanas; desde lámparas y muebles hasta elementos de fachadas y casas prefabricadas, desde sistemas de construcción modulares hasta grandes estructuras para exposiciones; en realidad, prácticamente todo lo que se pueda producir de forma industrial.
Después de abrir su propio taller en Nancy, en 1923, Jean Prouvé comenzó a producir muebles de metal diseñados por él, así como la colaboración con algunos de los más conocidos diseñadores franceses de la época, incluyendo a Le Corbusier y a Charlotte Perriand.
En 1929, por invitación de Le Corbusier, entró a formar parte de la Union des Artistes Modernes, un destacado grupo de arquitectos, decoradores y diseñadores en su mayoría de origen francés.
En los años siguientes creó muchos diseños de muebles, y en el año 1947 abrió su propia fábrica.
En 1953 Jean Prouvé se vio obligado a abandonar la producción de muebles de diseño moderno debido a sus diferencias con los accionistas mayoritarios de su empresa, y comenzó a dedicar su tiempo a los desafíos de la arquitectura prefabricada.
Sus estanterías para los dormitorios de la Cité Internationale Universitaire de Paris, diseñadas con Charlotte Perriand y la artista Sonia Delaunay, en 1952, son quizás los ejemplos más conocidos de su trabajo colaborativo.
Hoy en día sus realizaciones para esta residencia son conocidos como muebles Antony´s, y figuran entre los muebles mas valorizados del siglo XX.
En 1955 creó junto con su amigo el arquitecto-escritor M. Bataille una pequeña sociedad, Los talleres Jean Prouvé, ligado a una empresa de trabajos en metal que le renovó los deseos de construir.
En 1957 pone a punto el sistema de fachadas ligeras, cuyo elemento principal es la aireación y la fácil aclimatación de estas fachadas, logrando resolver los problemas de aislamiento acústico y térmico.
En las décadas siguientes Prouvé trabajará como ingeniero-consultor. Su estatus será oficializado en 1966 cuando abra una pequeña oficina en la que desarrolará importantes proyectos arquitectónicos en París.
Colaborará con los más grandes arquitectos, como el CNIT, Torre-Nobel (1967) en París-La Defensa, de J. de Mailly; la sede de la UNESCO (1969) en París, obra de Bernard Zehrfuss, y la sede del PCF (1970) en París, realizada por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.
Siempre interesado por la pedagogía, de 1957 a 1970 Prouvé ocupó la plaza de profesor de Artes aplicadas en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París.
En 1971 Jean Prouvé volvió a ser decisivo para la historia reciente de la arquitectura cuando -como presidente del jurado- tuvo un papel destacado en la selección del proyecto, de Renzo Piano y Richard Rogers, para el Centro Pompidou de París.
El final de su carrera está marcado por la experimentación en nuevos materiales (Estaciones de servicios cilíndricas, como las realizadas para Total) o nuevos componentes (paneles de la fachada de la Universidad de Lyon-Bron).
También es el momento del reconocimiento internacional por sus logros técnicos (estructura del Palacio Omnisports de París-Bercy, 1978; o La Torre-radar de Ouessant, en Maxéville, 1981).
A pesar de que Jean Prouvé ha sido durante mucho tiempo una fuerza influyente en el ámbito de la creación y sus diseños originales han sido buscados durante años por coleccionistas y museos, su trabajo ha permanecido relativamente desconocidos para el público en general.
Sin embargo, ya desde hace algunos años, ha habido un resurgimiento y sus creaciones originales están muy cotizadas en las casas de subastas.
En estrecha colaboración con la familia Prouvé, Vitra empezó a reeditar en 2002 los diseños de este gran constructor francés.
Vitra (pág. web).
Jean Prouvé y su “Standard” Chair (1934).