Después miran la cocina y el baño, buscando los productos de limpieza o de higiene que necesitan. Y con esa información, van directamente a la compra. Sin más.
Pues bien, esto no es precisamente una buena costumbre. Porque a resultas, lo que se hace es llenar huecos que faltan, haciendo una compra que no tiene mucho sentido.
Y, sin embargo, se olvidan los artículos que realmente hacen falta, teniendo que volver al supermercado otro día. El resultado: una pérdida de tiempo y de dinero.
Frente a esto, lo mejor es estructurar adecuadamente la compra, planificando una selección de los productos por tipos, viendo cuáles son los necesarios para la semana o el mes.
No es igual hacer una compra semanal que una mensual, así que los productos se deben escoger con anterioridad, en función de si se trata de productos envasados, perecederos o frescos.
El supermercado no es para jugar a comprar: ventajas de ir a la compra de forma ordenada
Teniendo las ideas muy claras a la hora de hacer la compra se pueden encontrar importantes ventajas. Una de ellas es que, sabiendo los productos que se necesitan, es más fácil aprovechar las promociones que ofrecen las tiendas de alimentación, ya que se podrá comprobar con tiempo este aspecto.
Son tres los objetivos que se persiguen al hacer bien la lista de la compra: conseguir un ahorro comprando solo aquello que realmente hace falta; incluir los productos más apropiados para una dieta sana y equilibrada, y que no se olvide nada.
Para hacer una lista de la compra del modo correcto, en primer lugar hay que considerar el número de personas que integran la familia. Con ese dato por delante, hay que seguir los pasos que se citan a continuación.
Cómo hacer la lista de la compra que realmente necesitas
En primer lugar será necesario tener un inventario, ya que esto sirve para saber lo que hay en la despensa y en la nevera en todo momento.
Esto es especialmente importante en las casas grandes, donde se almacenan más productos de alimentación. No tiene que ser un documento especialmente elaborado, pero sí útil.
También es importante elaborar una plantilla con categorías, según los tipos de productos. Así, cada vez que se vaya a hacer la compra, la tarea será más sencilla a la par que eficaz.
Tan solo habrá que seleccionar los productos que falten en ese momento, y no se olvidará ningún artículo. Lo mejor es que esté visible en la cocina para ir apuntando cosas sobre la marcha.
Y, finalmente, es fundamental planificar los menús. De esta manera tan solo se compran los productos necesarios y no se pierde dinero ni se desperdician alimentos.
Además, es una buena manera de tener una alimentación adecuada, ya que planeando el menú es más fácil hacer comidas sanas.
¿Qué opinas sobre estos consejos para ahorrar en la lista de la compra?