Aunque no tenga un tamaño espectacular ni un mobiliario de diseño y precio exclusivo, es un sitio donde me relajo y disfruto. A los habitantes de esta casa no nos hace falta más. Una bebida refrescante por la tarde, un lugar donde leer o tomar el sol, una cena con una copita de vino por la noche o un lugar genial para un buen desayuno. ¿Quién necesita más?
Nosotros no, así que con una mesa y unas sillas de exterior más un asiento hecho con palés reciclados, ya tenemos la decoración perfecta para nuestro jardín de la alegría.
Este artículo es original del blog Decorar Mi Casa