El mayor cambio lo ha sufrido el rincón de lectura (podéis ver la decoración anterior aquí). Modifiqué a mi gusto el de sobra conocido taburete Bekväm de Ikea que utilizo a modo de mesita auxiliar pintándolo con rayas en distintos tonos de gris. El flexo que utilizaba antes como punto de luz hace su función ahora en mi escritorio así que añadí a este rincón una lámpara de mesa.
A veces con añadir o recolocar un par de detalles se puede conseguir un gran cambio en una estancia. Para poder hacer esto de vez en cuando, aprovecho la tendencia de posar los cuadros en lugar de colgarlos, que me permite moverlos cuando quiera.
Los detalles como textiles, colores y texturas hacen el resto, siempre ayudados de las buenas vistas, la luz natural y la buena compañía!
¿Qué os parecen los cambios en mi dormitorio?
¿Cuál os gustaría hacer en el vuestro?

Este artículo es original del blog Decorar Mi Casa