Para dejar la casa como los chorros del oro dispones de un arsenal de productos de limpieza imprescindibles. Hay limpiadores jabonosos, desinfectantes, blanqueadores, desincrustantes, limpiahornos, acaricidas… Aunque, la mayoría de las veces, no hace falta utilizar uno para cada función. Bastan con dos o tres para las distintas superficies
Lo que debes tener muy claro a la hora de manipular los productos, es que la gran mayoría son tóxicos y en algún grado corrosivos, irritantes o inflamables. Hay que ser muy precavido al hacer uso de ellos y, por supuesto, mantenerlos siempre lejos del alcance de los niños. Te contamos para qué se usan los productos de limpieza imprescindibles y cómo emplearlos correctamente. Si vas a hacer una limpieza de primavera a fondo, estos consejos te serán muy útiles.
Productos de limpieza imprescindibles, ¡siempre por separado!
¡Cuidado con las mezclas! Algunas sustancias químicas combinadas con otras pueden causar riesgos para la salud. Generan gases, provocan reacciones alérgicas o de otro tipo… En cualquier caso, pueden ser peligrosas. Por eso, nunca debes mezclar:Lejía y vinagre: genera gas cloro
Lejía y amoniaco: es muy tóxico
Lejía y alcohol: se crea cloroformo
Agua oxigenada y vinagre: es corrosivo
Además, los aerosoles o limpiadores inflamables han de colocarse lejos de los focos de calor o de las llamas; tampoco está indicado fumar mientras se están manipulando. No está de más leer las recomendaciones del fabricante en cuanto a concentraciones o cantidades indicadas para no excederse en las dosis, porque, además, son muy contaminantes.
¿Qué productos usar en cocina y baños
De todas las habitaciones de tu vivienda, la cocina y el baño son las que exigen extremar las normas de limpieza. En la primera, porque es el lugar de manipulación y almacenamiento de alimentos. En el segundo, porque es donde se realiza la higiene diaria. Los productos que necesitas son limpiadores antigrasa, que lleven detergentes, y desinfectantes.
El agua jabonosa y las diluciones con lejía son perfectos para eliminar suciedad y acabar con los gérmenes y bacterias. Dejan impecables encimeras, fregaderos, inodoros, bañeras, etc. Además resultan la fórmula más eficaz para eliminar todo resto de COVID-19.
Al adquirir la lejía para la cocina, es preferible que sea de uso alimentario, sin perfumes. En cuanto al cuarto de baño, existe un gran abanico de limpiadores con bioalcohol (entre cuyos componenentes está el alcohol). El bioalcohol se seca y evapora rápidamente, evitando que se queden marcadas las pisadas. Tiene altas propiedades higienizantes y está recomendado para suelos no porosos.
Ventila bien y protege manos, boca y nariz
También el amoniaco se puede emplear como limpiador, ya que, además es un excelente desengrasante. Con él eliminarás fácilmente la grasa de los armarios, azulejos o cristales, pero su intenso olor puede resultar muy desagradable, e incluso mareante; así que cuando lo emplees, ventila bien abriendo las ventanas y ponte guantes (este consejo es extensible a todo tipo de productos de limpieza). Una mascarilla para no respirar los vapores también puede ser de gran ayuda.Por último, los productos con oxígeno activo son menos contaminantes que aquellos que llevan cloro, aunque en cualquier caso, también entrañan riesgos.
Si prefieres no acumular botes y botes de distintos productos, cada uno específico para una función, echa mano de los multilimpiadores.
Productos de limpieza caseros y súper eficaces
En la despensa de la cocina encontrarás un montón de alimentos que se pueden usar como magníficos limpiadores. Presentan además la ventaja de que los tienes a mano, son ecológicos y resultan muy seguros. Vinagre, sal, bicarbonato, limón… desde la antigüedad se han utilizado en las casas. Si no te gusta emplear productos de limpieza industriales, estos pueden ser una alternativa natural y muy válida, especialmente para limpiar determinados electrodomésticos, como el frigorífico, el horno o el microondas. Quedarán impecables para nuevo uso y olerán de maravilla.Sal, vinagre, bicarbonato y limón: de lo más ecológicos
La sal es un buen abrasivo para restirar restos de comida en el horno, por ejemplo, así como para dejar impoluta la tabla de madera que usas en el corte de alimentos. Aliado con el limón, deja la superficie sin rastro de bacterias o gérmenes. Haz la prueba: frota la tabla con medio limón y sal, aclara y seca.El bicarbonato es blanqueante, antimoho y elimina olores. Mezclado con agua, forma una pasta que sirve para desengrasar. Si añades unas gotas de aceite esencial de árbol de té, podrás utilizarlo para poner a punto y desinfectar bañeras, cocinas, lavabos e inodoros.También neutraliza los malos olores: coloca una tacita con bicarbonato en la nevera… y verás cómo desaparecen.
El vinagre blanco es antical y fungicida. Empléalo diluido en agua para fregar hornos, lavavajillas, frigoríficos…Si quieres que el cubo de la basura no huela mal, pásale un paño húmedo con vinagre que hayas hervido. Así de fácil.
El limón es un ácido ideal para atacar las bacterias y hongos, diluye la grasa y deja un aroma muy agradable: mete un vaso de agua con limón en el micro o en la nevera, y di adiós a los malos olores.
Para tener la casa limpia y desinfectada, cuentas con un buen número de productos de limpieza, comerciales o caseros. Úsalos con responsabilidad, por tu seguridad y también por el bien del planeta.