El colchón es un elemento primordial a la hora de conseguir un descanso de calidad. En los niños adquiere especial importancia, ya que además de ser confortable, debe reunir también el requisito de firmeza que soporte los juegos y embates infantiles y a la vez asegure una buena protección de la espalda y la columna vertebral durante el sueño.
El nivel de firmeza del colchón infantil varía en función del peso del niño. Hasta 10 kilos, se recomienda firmeza de grado 1, el grado 2 está indicado hasta los 20 kilos de peso y el colchón infantil con firmeza de grado 3 para niños cuyo peso alcance los 30 kilos.
Un colchón adecuado debe sostener la espina dorsal sin forzar la postura, igual que cuando el niño está erguido, respetando las curvas naturales del cuerpo. El niño debe tener espacio suficiente que le permita moverse y darse la vuelta en la cama infantil con total comodidad.
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Es importante adquirir un colchón con tratamiento antiácaros que asegure una buena higiene en la superficie de descanso. Si existen alergias podéis escoger unl colchón infantil con tratamiento de aloe vera. De igual forma, aconsejamos que el mueble tenga una buena ventilación inferior. El somier que mejor reparte el peso suele ser el de lamas de madera.
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La altura mínima recomendada para un colchón infantil es de unos 15 centímetros. Para los niños mayores están recomendados los colchones de muelles, de látex, viscoelásticos o mixtos. Para los bebés de menos de 18 meses, es preferible utilizar colchones de espuma de alta densidad que aseguren el reparto del peso por igual para evitar zonas deprimidas y prevenir accidentes por asfixia o vómitos.
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