Preferiblemente con esquinas redondeadas y sin elementos cortantes, puntiagudos u otros adornos complejos.
Vigilad que el colchón se adapte perfectamente a la medida de la cama infantil con el fin de que el niño no pueda introducir la mano o el pié entre huecos.
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Igualmente, es mejor evitar cabeceros con barrotes para niños pequeños. Hasta los 3 años suelen utilizarse barreras de seguridad.
En caso de que la cama infantil esté pegada a la pared, podeís colocar un protector de pared aprovechando, por ejemplo, un cabecero forrado.
La cama infantil no debe ser excesivamente alta, para evitar accidentes en caso de caídas.
Existe en el mercado la opción de comprar una cama evolutiva. Este tipo de cama permite que la superficie de descanso se adapte al crecimiento del niño. Generalmente se empieza a utilizar con niños a partir del año y medio. A este fin la cama tiene unas barreras de seguridad desmontables para evitar caídas. Tanto el mueble como el somier son extensibles al proceso de crecimiento.Ver cómo escoger el colchón para la cama infantil
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