Todavía recuerdo a uno de mis profesores que un día en clase nos dijo: ” El diseño es aquello que no sólo atrae visualmente sino que ofrece una solución. Un buen diseño perdura a través del tiempo porque funciona”. La silla Acapulco reúne todas las condiciones de un buen diseño. Estética y funcionalidad.
Fue creada en México en la década de los 50 por un autor del que sólo se conoce que era francés. Se inspiró en la confección de las hamacas que utilizaban los Mayas.
Recibe este nombre en honor a la ciudad de Acapulco, uno de los destinos turísticos mundiales más importantes de la época y lugar favorito de las estrellas de Hollywood del momento. Fue precisamente el turismo de los años 60 quien la lanzó al estrellato.
Conformada originalmente por un armazón de acero y tiras de PVC, hoy en día la podemos encontrar en diferentes versiones. Con estructura de mecedora, con el armazón redondo (Acapulco Condesa), una versión más elegante con las tiras en cuero e incluso a tamaño infantil.
Como muchos de sus contemporáneos, la silla Acapulco, sigue entre nosotros gracias a la estética retro tan utilizada en decoración actualmente.
En un principio fue proyectada para ser utilizada en el exterior ya que solucionaba la necesidad de tumbarse y relajarse en una zona de clima cálido como es el que predomina en su lugar de origen. Con el tiempo ha ido extendiéndose y adaptándose a la decoración en otros países dónde el clima es diferente y se hace más vida en los interiores.
La variedad de colores en los que se fabrica abre infinidad de posibilidades decorativas. En blanco, negro, gris, beige y marrón para ambientes monocromáticos y modernos, las de colores vivos combinan perfectamente en decoraciones retro, vintage, happy chic, ecléctico etc.
Es por ello que podemos verla en apartamentos o casas dando un toque fresco y desenfadado a sus estáncias, incluso en decoraciones de estilo nórdico acompañada por cojines o mantas de pelo.
SIÉNTATE Y DISFRUTA !!!