"Para crear un vestidor tan solo necesitas una pared y unas cortinas", así de fácil nos lo pone el decorador Carl Braganza en su propuesta para Ikea, y no le falta razón.
Yo que hace tiempo decidí quitar las cortinas de todas las ventanas de mi casa y que siempre que es posible animo a hacer lo mismo, vengo ahora a proponerte un nuevo uso para ellas.
Imagen Alvhemmakleri
Armarios con cortinas
Un armario tras una cortina resulta una solución low cost y muy versátil. Las zonas de almacenaje abiertas en ocasiones pueden dar sensación de desorden: no nos engañemos, no hay interior de armario real que resista una foto pinterest por ordenado que esté. Prendas de diferentes colores, bolsos y zapatos crean un conjunto muy poco estético.
Una cortina que te permita devolver a tu dormitorio el orden en un abrir y cerrar de tela es probablemente una de las ideas más sencillas y económicas y sin embargo poco utilizadas. ¿Por qué?
Imagen Curbly
A la hora de elegirlas los expertos (y el sentido común) nos recomiendan el color blanco que en algunos casos podemos sustituir por colores neutros, especialmente en ambientes rústicos o boho.
Es muy importante también que elijas con cuidado el tejido, que debe tener el suficiente grosor para evitar que se vea el interior.
Imagen Husohem
Imagen Style-files
Imagen Myscandinavianhome
Y si hasta ahora te hablaba de cortinas planteadas como puertas de vestidores, armarios roperos e incluso de dormitorios, no podemos olvidar la opción algo más frecuente especialmente en segundas viviendas: los armarios de cocina.
Imagen Homingscrapblog
En este caso, las superficies son más pequeñas, lo que te va a permitir jugar con los estampados: lisos y neutros o de colores vivos, ¡tú eliges!
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Imagen Princesse-aux-bidouilles
¡Nos vemos el lunes!
Con este post estoy participando en la fiesta de enlaces #diariodeco
Rakel
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