Sí, oficialmente el verano ha entrado en el hemisferio norte
y recién salidito del horno como demuestran las temperaturas
que estamos teniendo.
Es tiempo de vivir más los exteriores, disfrutar de porches y jardines.
Y, desde luego, es tiempo de terracear, reunirse en torno a una
mesa para comer, charlar o tomar una copita.
Pondremos a punto nuestros jardines y terrazas donde transcurrirá
gran parte de nuestro día y, por supuesto, de nuestras noches
para disfrutar de "la fresquita".
Buscaremos la cercanía al agua para relajarnos, jugar o practicar ejercicio.
Y tendremos mayor contacto con la naturaleza.
Menús más ligeros y frescos donde las sopas frías, como nuestro
característico gazpacho, se convierten en imprescindible.
Nos sorprenderemos con cielos despejados e inmensos,
maravillosos atardeceres y noches estrelladas.
Y tendremos tiempo para practicar esa buena costumbre española:
la siesta.
¡Bienvenido tiempo de verano!