Y no es para menos, realmente esta es una decisión muy importante, pero siguiendo unos consejos básicos veremos que acertar es más sencillo de lo que parece.
Lo primero que tenemos que hacer es coger papel y boli y hacernos las siguientes preguntas:
¿Qué usos le voy a dar a la habitación?Es importante saber si la habitación sólo la usaremos como zona de descanso o también de estudio o despacho.
¿Quién va a utilizarla? Aquí, además de elegir un color según sea un espacio para un niño o un adulto, es importante fijarse en el carácter de la persona, si eres muy tranquilo un toque de color para estimularte te vendrá genial pero si por el contrario eres una persona muy nerviosa o intranquila lo mejor será optar por colores relajantes.
¿Recibe suficiente luz natural?Si es una habitación oscura, lo mejor elegir colores claros que reflejen más luz.
¿Qué sensaciones queremos que nos transmita?Esta pregunta está relacionada con la primera. En el salón por ejemplo podemos buscar colores que nos relajen pero no es exceso ya que es un espacio que usamos para reunirnos con amigos, charlar...
Además, es muy útil seguir unas pautas básicas de cromoterapia que nos van a ayudar a conseguir el efecto que queremos darle a cada habitación.
Por ejemplo, en una zona de descanso lo mejor es utilizar colores que nos ayuden a relajarnos como los blancos, turquesas o azules pero en la zona de estudio o trabajo lo mejor será utilizar colores que nos estimulen y ayuden a concentrarnos como el amarillo o el naranja.
Si estás tan perdido que no sabes por donde empezar, un truco muy sencillo es pensar en una pieza que te encante y de la que no vayas a prescindir (unas cortinas, un sofá, una colcha...) y elegir un tono que convine con ella.
Si necesitas inspiración para decidirte por la paleta que mejor le iría a esa pieza, te recomiendo un paseo por Pinterest. Una forma para encontrar rápidamente lo que necesitas es utilizar el buscador introduciendo -"el nombre del color que necesitas combinar" palet color-, por ejemplo, -yellow palet color- (siempre mejor en inglés). Y te aparecerán un montón de paletas de colores que combinan el color de la pieza de la que no querías prescindir.
Además hoy en día hay mil herramientas que podemos utilizar para saber como quedaría un color en una de nuestras paredes sin necesidad siquiera de ir a la tienda. Os dejo unas ideas muy facilitas:
Hemos probado Visualizer, la app de Bruguer que con la cámara nos permite elegir un color y ver a través de la pantalla del móvil como quedaría. Es súper práctico, rápido y sin manchar nada :D
Otra idea es es utilizar la paleta de inspiración, también de Bruguer. Eliges un color de la rueda y se muestran espacios decorados con tonos similares al elegido.
Y ya sabéis que Pinterest es nuestro amigo y también nos puede echar una mano en este lío. Sólo tenemos que decirle que color estamos buscando y para que habitación y él solito sabrá que hacer :D
Y para no dejaros ningún color en el olvido toca consultar una carta de colores, veréis que hay mil colores más además del blanco, el amarillo, el blanco roto, el azul, el verde.....
No me quiero enrollar más porque de este tema se podría estar hablando una vida entera y no terminaríamos nunca. Sólo decirnos que no tengáis miedo a probar, no hay nada que no se solucione con otra (u otras) capas de pintura. Y sobre todo que no le tengáis miedo al rodillo, que salvo que tengáis un problema de humedades o similar, es un trabajo que podéis hacer perfectamente vosotros mismos, así que no hay escusas!
Y como soy así de buena persona, os dejo con algunas fotos de inspiración. Espero haberos ayudado y ya sabéis que si necesitáis una manita, aquí me tenéis.
Imágenes vía Pinterest
¿Te animas a darle un toque te color a tus paredes?
¿Qué color elegirías?
Fuente: este post proviene de Blanco y de madera, donde puedes consultar el contenido original.
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